La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, mostrará mañana de cerca a Ursula von der Leyen la dramática situación que se vive en Lampedusa.
La presidenta de la Comisión UE aceptó rápidamente la invitación de la premier, acompañada de la denuncia de una "presión migratoria insostenible para Italia" y la solicitud de una misión europea Para el Palacio Chigi es una emergencia y este fue el tema también de una conversación telefónica entre Meloni y Emmanuel Macron. "Discutieron la acción conjunta que podría llevarse a cabo en el Mediterráneo central - explican desde el Eliseo -, la prevención de salidas con los países de origen y de tránsito y, finalmente, la evolución a nivel europeo del marco de el Pacto sobre Migración para responder a los flujos migratorios irregulares de larga duración".
Macron "reafirmó que Francia se solidariza con Italia ante el desafío migratorio que afecta a la isla de Lampedusa", y en el encuentro se decidió "afrontar el desafío con humanidad y fortalecer la cooperación a nivel europeo".
Es la promesa de colaboración que hasta aquí Roma lamenta no haber tenido de París, no solo en la gestión de los flujos a las fronteras sino también en la estrategia diplomática con Túnez.
"Es muy interesante la apertura de Francia, que combina con nuestra línea", se razona en ambientes del Palacio Chigi, donde se observa, en cambio, una reacción fría de parte de Alemania.
El principio de la defensa de las fronteras externas está previsto en el Pacto sobre Migración y Asilo, pero ahora el gobierno italiano espera saber como se concretizarán las promesa de ayuda de los socios.
Mientras tanto, de manera disuasoria, la parte del mensaje en vídeo en el que Meloni invitaba a no cruzar el Mediterráneo fue traducida y relanzada por las embajadas italianas en África y en el mundo árabe, debido al peligro y porque los irregulares serán "detenidos y repatriados".
Entre las acusaciones de populismo de la oposición, con Elly Schlein que le reprocha haberse "burlado del país", Meloni se centrará también en la cuestión de los inmigrantes en su discurso ante la Asamblea General de la ONU a principios de semana. Y en el próximo Consejo de la UE de octubre formalizará la solicitud de una nueva operación militar de seguridad marítima, como Sophia, nacida en 2015 pero naufragada antes de la tercera y decisiva fase.
Por otra parte, ésta, explicó siempre la primera ministra, era la magnitud del bloqueo naval en el que se centró durante la campaña electoral.
Según fuentes de la mayoría, se habría producido otra llamada telefónica entre Meloni y Salvini, una conversación aclaratoria tras las tensiones por las críticas de la Liga a la estrategia de la líder de FDI.
La visita de Meloni y Von der Leyen a la isla siciliana tendrá lugar el día clave de la reunión anual de la Liga en Pontida. "Giorgia está haciendo milagros", afirmó el viceprimer ministro.
Al invitar a von der Leyen a Lampedusa, Meloni pretende solicitar ayuda europea, como hizo en mayo tras las inundaciones en Emilia Romania. La prioridad es "acelerar inmediatamente la aplicación del acuerdo con Túnez mediante la transferencia de los recursos acordados". Al mismo tiempo, en Italia, en las oficinas del Ministerio del Interior y de los demás ministros interesados, se estaba trabajando para transformar en disposiciones las "medidas extraordinarias" anunciadas por la primera ministra.
En lugar de un decreto ad hoc, en el Palacio Chigi decidieron incluirlos en una enmienda al llamado decreto Caivano, recién asignado al Senado, que incluye "medidas urgentes para combatir las penurias juveniles, la pobreza educativa y la delincuencia juvenil, así como así como para la seguridad de los menores en el entorno digital".
Un decreto habría entrado en vigor antes, una vez publicado en el Diario Oficial tras la firma del jefe de Estado Sergio Mattarella. Generalmente, el trámite parlamentario de un decreto puede tardar un par de meses.
Mientras tanto, en Nueva York, durante la cumbre de la ONU sobre los ODS, el alcalde de Lampedusa, Filippo Mannino, lanzó un llamamiento a la colaboración para que su isla "no se convierta en la isla Ellis europea".
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