Una misión naval de la UE para bloquear las salidas, medidas extraordinarias en el Consejo de Ministros del lunes y una certeza: la presión migratoria a la que está sometida Italia "es insostenible".
Giorgia Meloni, ante la ola de flujos que azotó la isla de Lampedusa y minó la mayoría gubernamental, se lanza al contraataque y, en un video, se dirige a Europa pero también "a los italianos", a quienes asegura: "políticas migratorias". "No he cambiado de opinión", subraya. La intervención de la primera ministra se produce después de más de una apertura por parte de Bruselas sobre la situación italiana. Una apertura también simbólica dado que, en los próximos días, Meloni y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, viajarán a Lampedusa.
El video de la líder de Hermanos de Italia (FdI) llega al final de una jornada marcada por los contactos internacionales, por la promesa de apoyo "operativo y financiero" de Bruselas y por la persistencia de la negativa de Berlín a aceptar inmigrantes procedentes de Italia.
Mientras tanto, en Lampedusa, la situación de emergencia lucha por amainar. A la hora de cenar Meloni decide intervenir con un vídeo en el que habla a la UE, a sus votantes y también a sus aliados. En Africa existe una situación "que podría llevar a millones de personas a abandonar su nación. La presión es insostenible. He pedido al presidente del Consejo de la UE, Charles Michel, que incluya el tema en la próxima cumbre europea y que lance una misión de la UE para bloquear salidas inmediatamente", subraya la primera Ministra, relanzando, como el ministro de Asuntos Exteriores Antonio Tajani, la idea de una nueva Operación Sophia.
Sin embargo, en el futuro inmediato Italia actuará sola.
En el Consejo de Ministros del lunes "habrá medidas extraordinarias referidas a los inmigrantes. Los plazos de detención en los centros de repatriación aumentarán de 12 a 18 meses, mientras que Defensa creará nuevos centros para los inmigrantes", ilustra con dureza la premier. En un pasaje de su video, incluso, se dirige directamente a quienes quieren escapar de Africa: "No vale la pena confiar en los traficantes de personas porque te piden mucho dinero, te meten en barcos que no están equipados y en cualquier caso, si entras ilegalmente en Italia, serás detenido y repatriado", son sus palabras tajantes.
Y unas horas antes de un evento político y con una Liga que hace días de contrapunto a la primera ministra en el expediente migratorio, Meloni adelanta su respuesta: "Digo a los italianos que la estrategia del gobierno es seria. Hará falta tiempo, paciencia y determinación, pero no he cambiado de opinión".
Al mismo tiempo, puso por escrito las peticiones de Italia, en una carta enviada a Charles Michel (presidente del Consejo Europeo) y a Von der Leyen. La presidenta de la Comisión "es siempre muy colaborador", subraya Meloni, sin embargo, "alguien en Europa está en contra del acuerdo con Túnez", desliza.
Y, ante las continuas salidas que parecen certificar el fracaso del Memorándum firmado con el presidente Kais Saied, Meloni observa: los fondos de la UE para Túnez aún no han sido desembolsados. La UE, sin embargo, defiende claramente el acuerdo, explicando que "el compromiso con su aplicación permanece" y que los 105 millones prometidos a Túnez para la gestión de los inmigrantes llegarán en cuanto se aprueben los distintos proyectos. Pero la apertura de la Comisión va más allá.
"Es necesaria una mayor solidaridad con la acogida de los inmigrantes", es la posición de Bruselas ante los cierres en Alemania. Una medida que Berlín motiva de la siguiente manera: mientras Italia no respete el reglamento de Dublín sobre movimientos secundarios y no permita el paso de inmigrantes no registrados, no puede haber solidaridad teutónica. El freno en la recepción, por tanto, "es una señal", explicó el Gobierno germano.
Una buena para de Italia, sin embargo, viene de París.
Después de una jornada de intensos contactos -entre Tajani y su homóloga Catherine Colonna y entre el ministro del Interior Matteo Piantedosi y su colega transalpino Gerald Darmanin - el Eliseo muestra perfecta sintonía con Roma en la petición de "reforzar la prevención de salidas".
"En Lampedusa existe el deber de solidaridad europea", subraya Emmanuel Macron. Tajani estará en París y Berlín en los próximos días. La inmigración corre el riesgo de convertirse en otra emergencia más de este otoño europeo.
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