La premier italiana, Giorgia Meloni, intentó mediar entre la UE y el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki y su par húngaro, Viktor Orban, que hicieron causa común hoy para bloquear el acuerdo entre los 27 países sobre el pacto migratorio En el salón de la delegación italiana estaban sentados en sofás Meloni, junto con Morawiecki y Orban, quienes mantuvieron en jaque a los líderes de la UE al oponerse a las conclusiones sobre el pacto migratorio ya firmado en Luxemburgo.
La mediación, que al final fracasó, fue "una misión cuesta arriba", dijeron fuentes europeas.
El capítulo sobre migración se eliminó del texto de las conclusiones y se reemplazó con una declaración del presidente del Consejo de la UE, Charles Michel.
Lo que reiteró claramente la necesidad de concretar el pacto, pero "tomando nota" del veto de Varsovia y Budapest.
La premier quiso convencer a Morawiecki y Orban, luego de que Michel y otros líderes se centraran en la cercanía política de Meloni especialmente con el primer ministro polaco.
Al final, Meloni aseguró: "Nunca me decepcionan los que defienden los intereses de sus naciones. La pregunta que plantean los polacos y los húngaros no es descabellada, son los dos países que más se están ocupando de los refugiados ucranianos, que lo hacen con recursos de la UE que no son suficientes", explicó Meloni al final de la cumbre.
Centrándose aún más en lo que, para Italia, fue y sigue siendo la verdadera prioridad: el contraste con los movimientos primarios.
"La única mediación verdadera es la dimensión externa de la migración, todos pueden estar de acuerdo en eso", señaló Meloni.
También ante los periodistas que dijo que estaba "muy conforme" con el papel "protagonista" de Roma en todas las partes de las conclusiones, incluida aquella en la que se hace referencia a la "flexibilidad de los fondos de Cohesión y el PNRR, que permitirá gastar mejor alrededor de 300 mil millones".La premier luego negó cualquier sombra sobre los temas económicos. En cuanto al MES, "no me preguntaron, evidentemente no hay aquí la atención que hay en el debate italiano", subrayó.
En realidad, la UE e Italia están negociando ambos temas. Y tras la dura intervención en las Cámaras antes de volar a Bruselas, la propia Meloni bajó el tono. Después de todo, la economía no fue el centro de la agenda de la cumbre de la UE, que se complicó por el pacto sobre inmigrantes.Un pacto al que, con sarcasmo, Morawiecki le deseó "buena suerte" a su aliada con quien, explicó, "acordamos no pactar".
Será realmente difícil para la UE superar la trinchera de Polonia y Hungría en un contexto en el que la Comisión sigue reteniendo los fondos del PNRR a pagar a los dos Estados.
Polonia también va camino a las elecciones, a finales de año, que serán cruciales para toda Europa.
Para desafiar a Morawiecki estará Donald Tusk, cuyo partido milita en el PPE. No en vano, fuentes de los populares europeos advirtieron a la premier tenga cuidado de no quedarse "atascada" en aliados soberanos que "obstruyen el progreso de los inmigrantes".
Tema en el que Italia se puso del lado de la UE, en el lado opuesto de Varsovia y Budapest. El miércoles Meloni estará en Varsovia para el seminario del Partido Conservador. Mientras, sobre el tema migratorio, Italia minimizó la importancia del veto polaco y húngaro.La asociación con Túnez, insertada por iniciativa italiana en el capítulo de las relaciones exteriores, no fue suprimida."
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