Los dirigentes de la Unión Europea no lograron un consenso sobre el Pacto de Migración y Asilo en la cumbre de este viernes del Consejo Europeo, realizada en Bruselas, a raíz del bloqueo impuesto por Hungría y Polonia.
Esos países mantuvieron su rechazo hasta el final, lo cual llevó a que la sesión se levantara sin aprobar las conclusiones.
Polonia hizo causa común con Hungría mediante la acción de los ultraconservadores Mateusz Morawiecki y Viktor Orbán, quienes, efectivamente, bloquearon las conclusiones en materia migratoria, a través de las cuales la UE buscaba impulsar acuerdos con países de origen y tránsito -como el que planifica con Túnez- para evitar que los inmigrantes lleguen a territorio comunitario a cambio de paquetes de ayuda económica.
La determinación de Hungría y Polonia tuvo que ver con la falta de respaldo a otro acuerdo de mediados de junio entre ministros de Interior de las naciones de la UE, sobre el reglamento de gestión de asilo.
Según tal pacto, cada país será responsable de un número determinado de inmigrantes, pero no tendrá necesariamente que darles refugio.
Los que no estén dispuestos a recibir su cuota podrán optar por ayudar a los países que sí los reciban con 20.000 euros por migrante rechazado, con equipamiento o con personal.
Pero Hungría y Polonia están en desacuerdo en la medida en que consideran que incorpora una solidaridad forzosa. Por su parte, Varsovia entiende que ese sistema genera la obligación a los países de la UE a aceptar migrantes o a pagar.
"Polonia no puede aceptar un carácter obligatorio de la reubicación", aseveró el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki. Su par húngaro, Viktor Orban, declaró, por su parte, que: "Luchamos contra esta decisión y no tenemos intención de aplicarla".
Hoy, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, afirmó que "el pacto ha sido aprobado y trabajaremos en el diálogo tripartito para su implementación definitiva". El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, defendió la elección, prevista en los tratados, de ir por mayoría cualificada. "No sólo es debida, sino necesaria", remarcó.
"En el Consejo -precisó- se expresó un amplio apoyo a la línea y esto es una buena señal para el trabajo que nos espera en el futuro". Por lo tanto, en la práctica nada cambia.
Lo cierto es que la impaciencia entre los líderes Morawiecki y Orban, aseguró una fuente que fue testigo de las discusiones, es "palpable". También algunos países miembros criticaron la gestión de Michel, a quien culpan de haber dejado demasiado espacio para el enojo de los líderes conservadores y de permitirles, de ese modo, montar "su espectáculo para uso interno".
"Nos hacen perder nuestro tiempo", agrega un funcionario europeo.
Precisamente, los 27 mandatarios apuntan al "buen trabajo" realizado con Túnez como "modelo" a aplicar en otras zonas para favorecer la cooperación y la estabilización.
La presidenta de la Comisión europea, Ursula von der Leyen, dio la clave sobre "las inversiones, especialmente en energías renovables, sobre las capacidades y sobre el aumento de las vías legales de entrada a la Unión", así como sobre la "lucha contra los traficantes de seres humanos". "Queda por ver si realmente funciona, estas son medidas que llevan tiempo. Todavía estamos al principio, no hay nada realmente concreto", aseguró un diplomático.
Así, la verdadera novedad de la cumbre es que los 25 se encontraron "realmente unidos" en el rechazo de Polonia y Hungría, una especie de efecto colateral soberano que podría tener importantes repercusiones. De hecho, por la mañana se ha celebrado una primera reunión entre 10 países clave de la UE para imaginar el futuro de cara a la ampliación, una lluvia de ideas útil para identificar las áreas con mayor riesgo de colapso empresarial con una Unión de 35.
El elefante en la habitación es cómo sobrevivir al principio del veto, que corre el riesgo de paralizar una UE con países tan diferentes dentro. Italia participó en el encuentro y Giorgia Meloni aseguró que se harán "ajustes" si es necesario.
Su solución: aplicar "un principio de subsidiariedad" definiendo "prioridades" para la Unión.
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