Legisladores estadounidenses pro-israelíes, tanto demócratas como republicanos, están perdiendo la confianza en el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y en su manejo de la guerra contra Hamás.
Si bien los legisladores progresistas han criticado constantemente la respuesta de Netanyahu e Israel en la Franja de Gaza, arrasando con edificios y matado a miles de civiles palestinos, es significativo que los legisladores pro-israelíes que sirven en paneles clave de seguridad nacional ahora estén expresando su frustración por el liderazgo de Netanyahu.
Por el momento la frustración la están expresando en silencio, hablando anónimamente con medios estadounidenses, aunque algunos ya comenzaron a alzar la voz en público.
Tres de los legisladores que hablaron anónimamente con NBC News dijeron que incluso están poniendo en duda si el primer ministro de 74 años tiene una estrategia para poner fin a la guerra en Gaza que comenzó con el ataque terrorista de Hamás en territorio israelí.
Han sugerido que Netanyahu, cuya popularidad está descendiendo en Israel, puede estar tratando deliberadamente de prolongarla para permanecer en el poder.
"Es muy difícil defender a Bibi o justificar su estrategia política en todo esto", dijo un republicano de la Cámara de Representantes que se ocupa de cuestiones de seguridad nacional y solicitó el anonimato para "discutir asuntos delicados".
"Desde un nivel personal, creo que es para su beneficio político mantenerse involucrado en un conflicto, ya sea con Hezbolá o en Gaza", dijo. "Cualquier tipo de alto el fuego o acuerdo de paz es perjudicial para él políticamente, y creo que eso influye en lo que está haciendo".
"Hay una verdadera desconfianza, hay preguntas reales sobre su capacidad para liderar, y creo que es muy, muy impopular", añadió.
Un demócrata de la Cámara de Representantes que forma parte de un comité de seguridad nacional estuvo de acuerdo con esa evaluación, llamando a Netanyahu un "desastre".
Aseguró que entre muchos congresistas hay una creciente preocupación de que esta campaña militar pueda ser una "guerra sin fin" con muchas más bajas civiles.
"Parece que el gobierno israelí ha dado a las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel) una misión inalcanzable, que es eliminar a Hamás. Y si esa es la misión que esperan que las FDI realicen, entonces esta va a ser una guerra interminable", dijo el legislador demócrata. "Y mientras tanto, innumerables, innumerables personas van a ser asesinadas inocentemente, y la devastación será inaceptable".
La creciente ira hacia Netanyahu en el Capitolio se hace eco de la creciente frustración del presidente Joe Biden con el líder de uno de los aliados extranjeros más cercanos de los Estados Unidos.
El secretario de Estado Antony Blinken viajó a Oriente Medio la semana pasada y presentó una propuesta para que Israel y los líderes árabes acordaran un camino a seguir para Gaza después de que terminara la guerra. Pero Netanyahu rechazó la propuesta de forma tajante.
Biden y Netanyahu, que se conocen desde hace décadas, hablaron por teléfono el viernes sobre las operaciones israelíes en Gaza, el aumento del flujo de envíos de harina y otra asistencia humanitaria a Gaza, y los esfuerzos para liberar a los rehenes.
Biden versus Netanyahu, The New York Times
Benjamín "Netanyahu se vuelve contra Joe Biden", quien, este año, "parece postularse dos veces: una en Estados Unidos contra Donald Trump y otra en Israel contra el premier israelí", afirma Thomas Friedman, columnista del periódico The New York Times dos veces ganador del Premio Pulitzer.
"Tal vez Trump podría nominar a Netanyahu como su segundo y eso nos ahorraría mucho tiempo. El apoyo al líder israelí le está costando a Biden el apoyo de su base progresista, mientras que Netanyahu se vuelve contra él de maneras que podrían ganarle el apoyo judío de la derecha estadounidense", amplía en su nota.
El columnista destaca que Netanyahu intenta posicionarse para permanecer en el poder aprovechando un mensaje claro, es decir, siendo el único capaz de contrarrestar a los estadounidenses y árabes que quieren obligar a Israel a aceptar un Estado palestino. (ANSA)
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