El gigante automotriz Stellantis confirmó en su planta de Melfi - una de las fábricas de Fiat, ubicada en Potenza, sur de Italia- los cinco modelos eléctricos de la futura plataforma que podrían llevar, si las condiciones del mercado son las adecuadas, a producir 260 mil unidades al año frente a los 170.000 actuales.
Se ha confirmado la salida de producción del 500X en 2025 y del Jeep Renegade a finales de 2026. La reunión sobre la fábrica inició las discusiones sobre Stellantis en el Ministerio de Empresa y Made in Italy, lideradas por el jefe de esa cartera, Adolfo Urso.
Mañana se hablará de Mirafiori -la mayor fábrica de Fiat Group Automobiles en Turín-, luego será el turno de Atessa -en Chieti, produce vehículos comerciales- y, en las próximas semanas, la evaluación afectará a las demás fábricas. El objetivo es llegar a finales de mayo a un acuerdo global que ponga en blanco y negro todos los compromisos de Stellantis, el gobierno, las Regiones y la industria de componentes para producir un millón de vehículos en Italia.
"El gobierno ha puesto en marcha una política para el automóvil, ha creado un plan de incentivos. Ahora le corresponde a la empresa adaptar su plan industrial y financiero en comparación con lo que espera el Sistema Italiano. Hemos pedido a Stellantis que se presente en poco tiempo, un plan claro, planta por planta y estas reuniones pueden ayudarnos a entender si hay puntos comunes que discutir", explicó el ministro Urso, que habla de ocho fabricantes de automóviles interesados ;;en invertir en Italia.
"En Melfi no bastan los modelos eléctricos, también se necesitan automóviles híbridos, porque los totalmente eléctricos luchan por imponerse en el mercado", afirma Gianluca Ficco, secretario nacional de UILM, cámara del sector automovilístico.
"Aún se desconoce la capacidad de saturación de las plantas y de las industrias relacionadas", subraya el secretario general de la FIM, otra de las cámaras del sector, Ferdinando Uliano. "No hemos recibido respuesta, sin el director general Carlos Tavares esta discusión no llegará a ninguna parte", brama el líder de FIOM (el sindicato del sector), Michele De Palma.
"En cualquier caso, queda por abordar el problema más dramático, que es el de los trabajadores de las industrias relacionadas, que ascienden a unas 4.000 personas frente a los alrededor de 5.500 empleados directos de Stellantis. Bueno, para ellos les pedimos mecanismos de transición de las empresas que pierden pedidos para con la que los ganan, y más concretamente a Stellantis una actitud de responsabilidad social hacia un tejido industrial que tiene un solo cliente", dicen los sindicalistas.
Turín, mientras tanto, se moviliza a favor de Mirafiori.
"Pedimos unánimemente un nuevo modelo porque solo fabricando más coches garantizamos más empleo y actividades relacionadas", afirma el gobernador Alberto Cirio, que junto con el alcalde Stefano Lo Russo ha convocado a sindicatos y asociaciones empresariales.
"Después de tantos años, los piamonteses se presentarán unidos a la mesa del ministro Urso. Existe una intención común de identificar las prioridades para el relanzamiento del sector del automóvil y para la protección de los puestos de trabajo", subraya Lo Russo.
Una vez más, para pedir claridad sobre el futuro de Mirafiori, ya está prevista una manifestación en Turín el 12 abril, en la que participarán las instituciones y los interlocutores sociales "Quiero agradecer al Ministro de Empresa y Made in Italy, Adolfo Urso, su voluntad de crear un plan de incentivo a la innovación y un plan de incentivo al automóvil.
En el primer encuentro dedicado a Melfi, el Ministro reiteró el deseo de que se produzcan al menos un millón de vehículos en nuestro país y que el Grupo pretende producir cinco nuevos modelos en Melfi", subrayó el presidente de la Región de Basílicata, Vito Bardi, comentando resultado de la reunión.
"Estaremos al lado de los sindicatos -añadió- que con razón piden garantías para todos los trabajadores relacionados".
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