El mercado automovilístico italiano marca el primer revés después de 19 meses consecutivos de crecimiento. En marzo -según datos del Ministerio de Transportes- se matricularon 162.083 coches nuevos, un 3,7% menos que el mismo mes de 2023.
Se han vendido un total de 451.261 coches desde principios de año, con un incremento del 5,7% respecto al primer trimestre del año pasado, pero un descenso del 16,1% si se lo vincula con 2019.
"Esta contracción interrumpe una serie de aumentos mensuales que duraban desde agosto de 2022 y es una muy mala señal porque para volver a los niveles anteriores a la crisis, es decir, a los de 2019, el mercado automovilístico italiano todavía necesita llenar un vacío muy importante", comenta el Centro de Estudios Promotores.
Se observa, además, una fuerte desaceleración de los coches eléctricos, que cayeron un 34,4% en marzo y un 18,5% en el trimestre.
El efecto espera de incentivos de hasta 13.500 euros por un importe total de 950 millones pesa sobre las matriculaciones.
El ministro de Economía de italia, Giancarlo Giorgetti, ha dado luz verde, pero aún falta el paso al Palacio Chigi. Luego vendrán los controles por parte del Tribunal de Cuentas, que tendrá un plazo máximo de un mes para sus evaluaciones.
Por lo tanto, es de suponer que los incentivos no estarán realmente disponibles hasta mayo.
"Es urgente hacer operativo pronto el nuevo sistema de incentivos: teniendo en cuenta los tiempos técnicos de todos los próximos pasos de la legislación que aún son necesarios, corremos el riesgo de perder la mitad del año y tener un impacto extremadamente limitado de los incentivos en 2024", afirma el presidente de UNRAE, la cámara que representa a las automotrices locales y extranjeras, Michele Crisci.
ANFIA -la Asicoación Nacional de la Industria Automovilística- subraya también la necesidad de "una rápida aplicación del nuevo sistema de incentivos, para evitar que el efecto espera siga pesando sobre la demanda".
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