Durante el Consejo OTAN-Ucrania con Volodymyr Zelensky, el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, aseguró que "pronto" habrá nuevos anuncios sobre los sistemas de defensa del país invadido. "La Alianza ha mapeado las capacidades de los aliados, hay sistemas que se pueden entregar a Ucrania", informó Stoltenberg al final de la reunión. Además de los Patriots, hay otros instrumentos que se pueden suministrar, como los Samp-T", de fabricación franco-italiana.
Un anuncio que se produce cuando toman forma las "señales alentadoras" evocadas por el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken: tras meses de estancamiento, la Cámara de Representantes estadounidense ha allanado el camino para las cuatro medidas de ayuda a Ucrania, Israel y Taiwán, poniendo en la agenda la votación de mañana.
Y el Pentágono se prepara para aprobar rápidamente un nuevo paquete de ayuda militar que incluye artillería y defensas aéreas: según una fuente estadounidense, parte del material podría llegar al país en unos días.
En general, lo que está en juego para Kiev son más de 60 mil millones de dólares en suministros para las fuerzas armadas que, recordó Blinken, "supondrán una gran diferencia". "Si no se aprueba la nueva ayuda, existe el riesgo de que sea demasiado tarde", advirtió el Ministro de Asuntos Exteriores estadounidense, mientras que Zelensky reiteró la alarma: los soldados "ya no pueden esperar" a la burocracia occidental, la OTAN debe demostrar "si somos realmente aliados". La situación sobre el terreno "está al límite", añadió el líder ucraniano al secretario de la Alianza.
Por parte de Italia, el Ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, "confirmó lo dicho por la Primera Ministra, Giorgia Meloni, sobre el hecho de que nuestro país "hará todo lo posible para la protección aérea de Ucrania", mientras que Kiev quiere todos los sistemas disponibles de sus aliados, desde el moderno Patriot y"al menos otros siete sistemas", como el italo-francés Samp-T.
El ministro de Defensa de Italia, Guido Crosetto, también participó en el Consejo OTAN-Ucrania, en el que se acordó la necesidad de realizar un mayor esfuerzo para apoyar a Kiev.
Italia está pensando en proporcionar más ayuda militar a Ucrania lo antes posible y, según trascendió, está sobre la mesa la posibilidad de un nuevo decreto para el envío de armamento.
Aunque Crosetto ha subrayado repetidamente que casi todo lo que se podía dar, se dio.
Ya en Capri, donde participó en la reunión del G7 de Asuntos Exteriores, Stoltenberg había confirmado la voluntad de los aliados de acelerar la defensa aérea ucraniana. Y en su documento final, los Siete ministros expresaron su "determinación de reforzar las capacidades de defensa aérea" del país invadido, confirmando su compromiso de trabajar para cumplir las peticiones de Kiev, reiteradas también por el jefe de la diplomacia ucraniana, Dmytro Kuleba, entre los invitados a la cumbre en Italia.
El apoyo del G7 podría traducirse también en nuevas sanciones contra Teherán "si procediera con el suministro de misiles balísticos o tecnologías relacionadas a Rusia". Luego, el Grupo acusó a China y pidió en su documento final que "detuviera" el apoyo a la maquinaria de guerra de Moscú.
Finalmente, los Siete reiteraron su compromiso de implementar y hacer cumplir las sanciones contra los rusos, amenazando con "tomar nuevas medidas si fuera necesario".
Antes de la cumbre de líderes prevista para junio en Apulia, el G7 también está trabajando en "posibles opciones viables" para utilizar los activos rusos congelados para apoyar a Ucrania, "en línea con sus respectivos sistemas jurídicos y el derecho internacional". Hasta ahora, la UE solo ha encontrado la base legal para el uso de beneficios adicionales, pero todavía debe entender si puede dar un paso más y poner sus manos directamente sobre los activos.
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