Lo dijo el Papa al recibir en audiencia en el Vaticano a los participantes en la Asamblea plenaria del Dicasterio para el Clero.
Siguiendo los temas de la asamblea, Francisco se ha detenido en particular en tres campos de atención: la formación permanente de los sacerdotes, la promoción de las vocaciones y el diaconado permanente.
"No podemos hacernos ilusiones de que la formación en el Seminario pueda bastar poniendo bases seguras de una vez por todas -observó el Pontífice-; más bien, estamos llamados a consolidar, fortalecer y desarrollar lo que tenemos en el Seminario, en un camino que nos ayude a madurar en la dimensión humana, a crecer espiritualmente, a encontrar los lenguajes adecuados para la evangelización, a profundizar lo que necesitamos para afrontar adecuadamente las nuevas cuestiones de nuestro tiempo".
"Me gusta recordar aquí -prosiguió- que la Escritura dice: 'Vete solo, ay del que está solo, porque si cae no tiene quien lo levante' (Ec 4,10). ¡Qué importante es esto para el sacerdote: el camino no se hace solo! Sin embargo, por desgracia, muchos sacerdotes están demasiado solos, sin la gracia de un acompañamiento, sin ese sentido de pertenencia que es como un salvavidas en el mar a menudo turbulento de la vida personal y pastoral".
Según el Papa, "tejer una fuerte red de relaciones fraternas es una tarea prioritaria de la formación permanente: el obispo, los sacerdotes entre sí, las comunidades con respecto a sus pastores, los religiosos y las consagradas, las asociaciones, los movimientos: es indispensable que los sacerdotes se sientan 'en casa'".
"Ustedes como Dicasterio ya han comenzado a tejer una red mundial: les recomiendo, hacer todo lo posible para que esta ola continúe y dé frutos en todo el mundo. Trabajen con creatividad para que esta red se fortalezca y ofrezca apoyo a los sacerdotes. ¡Ustedes tienen un papel clave en esto!", añadió.
En cuanto al cuidado de las vocaciones, advirtió, "no podemos resignarnos al hecho de que para tantos jóvenes haya desaparecido del horizonte la hipótesis de una oferta radical de vida. En cambio, debemos reflexionar juntos y estar atentos a los signos del Espíritu y también esta tarea ustedes pueden llevarla adelante gracias a la Obra Pontificia de las vocaciones sacerdotales".
Por último, en materia de diaconado permanente, "como saben, la Relación de síntesis de la primera Sesión de la Asamblea general ordinaria del Sínodo de los Obispos, en octubre pasado, recomendó 'hacer una evaluación sobre la aplicación del ministerio diaconal después del Concilio Vaticano II' e invita también a apuntar, entre las diversas tareas de los diáconos, más decididamente a la diaconía de la caridad y al servicio de los pobres. Acompañar estas reflexiones y estos desarrollos es una tarea muy importante de vuestro dicasterio", subrayó el Papa Francisco.
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