"Invito a todos a acompañar con la oración el camino hacia este acontecimiento con la Primera Jornada de los Niños y agradezco a quienes están trabajando para prepararlo", continuó.
"Y a ustedes, niñas y niños, les digo: los espero. A todos ustedes -añadió Francisco-. Necesitamos de su alegría, su deseo de un mundo mejor, un mundo en paz".
"Oremos, hermanos y hermanas, por los niños que sufren por las guerras, hay muchos en Ucrania, en Palestina, en Israel, en otras partes del mundo, en Myanmar. Oremos por ellos y por la paz", concluyó el Pontífice.
Las palabras pronunciadas hoy por Jorge Bergoglio durante el Regina Caeli en la Plaza de San Pedro son una invitación dirigida a los niños que, el sábado 25 y el domingo 26 de mayo, llegarán a Roma con ocasión de la Jornada Mundial de los Niños.
Serán muchos, varias decenas de miles ya reservaron una plaza.
El Papa hizo un claro llamamiento a la paz y la convivencia, encarnado en la colorida marea de más de 80 países que asistirán al evento de dos días entre el Estadio Olímpico y la Plaza de San Pedro.
Escucharon el mensaje de hoy del Pontífice también un centenar de niños, muchos de ellos procedentes de los países más atormentados por la guerra, acompañados por el padre Enzo Fortunato, coordinador de la Jornada Mundial de los Niños, por Aldo Cagnoli, su adjunto, por la Cooperativa Auxilium y por la Comunidad de Sant' Egidio.
"Agradecemos al papa Francisco la atención paternal que dedica al Día Mundial de los Niños. Un sentimiento hacia lo que creemos que es uno de los días más significativos de la historia de la Iglesia", afirmó el comité organizador del evento.
El Regina Caeli de hoy "fue un llamamiento fuerte y dramático a la paz. Los poderosos del mundo deben escuchar al papa Francisco", afirmó el padre Enzo Fortunato.
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