"Compartir alegría es una experiencia maravillosa, que aprendemos desde pequeños: pensamos en un niño que saca una buena nota en el colegio y no ve la hora de mostrárselo a sus padres, o en un joven que consigue sus primeros éxitos deportivos o en una familia en la que nace un niño. Intentemos recordar, cada uno de nosotros, un momento tan feliz que incluso era difícil expresarlo con palabras, pero que queríamos contar a todos inmediatamente!". Lo dijo el Papa Francisco en el Regina Caeli -la oración mariana que sustituye al Ángelus durante el tiempo pascual.
Lo dijo al comentar la alegría de las mujeres que fueron las primeras testigos de la resurrección de Jesús.
"En la mañana de Pascua, las mujeres viven esta experiencia, pero de una manera mucho mayor. Por qué? ¡Porque la resurrección de Jesús no es solo una noticia maravillosa o el final feliz de una historia, sino algo que cambia nuestras vidas completamente y para siempre! Es la victoria de la vida sobre la muerte, de la esperanza sobre el desaliento", observó el Papa.
Según el Pontífice, "la alegría de la Resurrección no es algo lejana. Es muy cercana, es nuestra, porque nos fue dada el día del Bautismo". "No renunciemos a la alegría de la Pascua!", añadió, y "la alegría aumenta cuando se comparte", afirmó.
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA