El papa Francisco llamó hoy, a no permitir que "los vientos de guerra soplen cada vez más fuertes sobre Europa y el Mediterráneo".
"No permitamos que las hostilidades en curso sigan teniendo graves repercusiones sobre la población civil, ahora exhausta, y sobre todo sobre los niños. Cuánto sufrimiento vemos en los ojos de los niños. Los niños en esas tierras de guerra se han olvidado de sonreír. Con su mirada nos preguntan: ¿por qué? ¿Por qué tanta muerte? ¿Por qué tanta destrucción? ¡La guerra es siempre un absurdo y una derrota! No dejemos que vientos de guerra cada vez más fuertes soplen sobre Europa y el Mediterráneo. No nos rindamos ante La lógica de las armas y del rearme. La paz nunca se construye con las armas, sino tendiendo las manos y abriendo los corazones", dijo el pontífice en el mensaje pascual "Urbi et Orbi" ante unos 60 mil fieles en la Plaza San Pedro.
En su mensaje, el Papa también pidió paz en Siria, Líbano, el Cáucaso, Haití, Myanmar y Africa.
"No olvidemos a Siria, que desde hace catorce años sufre las consecuencias de una guerra larga y devastadora. Tantas muertes, tantas personas desaparecidas, tanta pobreza y destrucción esperan respuestas de todos, incluida la comunidad internacional", afirmó.
"Hoy mi mirada se dirige de manera especial al Líbano, afectado desde hace mucho tiempo por un bloqueo institucional y por una profunda crisis económica y social, ahora agravada por las hostilidades en la frontera con Israel - prosiguió -. Que el Resucitado consuele al amado pueblo libanés y apoye a todo el país en su vocación de ser tierra de encuentro, de convivencia y de pluralismo", agregó.
Francisco dirigió "un pensamiento particular" a la "región de los Balcanes Occidentales, donde se están dando pasos significativos hacia la integración en el proyecto europeo: las diferencias étnicas, culturales y confesionales no deben ser causa de división, sino convertirse en fuente de riqueza para el conjunto".
Asmismo, alentó "las conversaciones entre Armenia y Azerbaiyán, para que, con el apoyo de la comunidad internacional, puedan continuar el diálogo, ayudar a los desplazados, respetar los lugares de culto de las distintas confesiones religiosas y llegar a un acuerdo lo antes posible de paz que sea definitivo".
"Que el Resucitado ayude al pueblo haitiano - dijo el Pontífice - para que cese lo antes posible la violencia que desgarra y ensangrentó al país y pueda avanzar por el camino de la democracia y la fraternidad".
Que esto dé consuelo a los rohingya - prosiguió -, afligidos por una grave crisis humanitaria, y abra el camino a la reconciliación en Myanmar desgarrado por años de conflictos internos, para que se abandone definitivamente cualquier lógica de violencia".
"Que abra caminos de paz en el continente africano - añadió el Papa -, especialmente para las poblaciones que sufren en Sudán y en toda la región del Sahel, en el Cuerno de Africa, en la región de Kivu en la República Democrática del Congo y en la Provincia del Cabo Delgado en Mozambique, y poner fin a la prolongada sequía que afecta a vastas zonas y provoca hambrunas y hambre".
Jorge Bergoglio también pidió que se concrete el intercambio de prisioneros entre Rusia y Ucrania y se liberen los rehenes israelíes en Gaza.
"Al tiempo que pido el respeto de los principios del derecho internacional, espero un intercambio general de todos los prisioneros entre Rusia y Ucrania: ¡todos por todos! Además, pido una vez más que se garantice el acceso a la ayuda humanitaria en Gaza, instando una vez más a una pronta liberación de los rehenes secuestrados el 7 de octubre y un alto el fuego inmediato en la Franja", dijo, mensaje recibido con un fuerte aplauso de los presentes en la Plaza de San Pedro.
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