"En primer lugar, quisiera que mis palabras reaviven en ustedes la esperanza. En efecto, en el contexto internacional actual, marcado por tantos conflictos, por tanto sufrimiento, puedo imaginar que muchos de ustedes se sienten desanimados", así lo dice el Papa Francisco en el mensaje enviado hoy a los jóvenes con motivo del quinto aniversario de la exhortación apostólica post sinodal Christus vivit.
Francisco recuerda: "Al inicio de mi pontificado, durante la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Río de Janeiro, les dije con fuerza: haganse oír! 'Hagan lío!' (hagan bulla) Y hoy nuevamente les vuelvo a pedir: haganse oír, griten, no tanto con la voz sino con la vida y el corazón, esta verdad: Cristo vive!".
"Háganlo -prosiguió- para que toda la Iglesia se anime a levantarse de nuevo, para poner siempre novedades en el camino y llevar su anuncio al mundo entero".
El Papa también anunció que "el 14 de abril recordaremos el 40º aniversario del primer gran encuentro de jóvenes que, en el contexto del Año Santo de la Redención, fue el germen de las futuras Jornadas Mundiales de la Juventud. Al final de ese jubileo, en 1984, San Juan Pablo II entregó la Cruz a los jóvenes con la misión de llevarla por todo el mundo como signo y recordatorio de que solo en Jesús muerto y resucitado hay salvación y redención", recordó.
Y prosiguió: "como bien saben, se trata de una Cruz de madera sin Crucifijo, tan deseada para recordarnos que celebra sobre todo el triunfo de la Resurrección, la victoria de la vida sobre la muerte, para decir a todos: 'Por qué buscan entre los que está muerto el que está vivo? No está aquí, ha resucitado' (Lc 24,5-6)".
"Y tú, Jesús, contémplalo así -exhortó-: vivo y rebosante de alegría, vencedor de la muerte, amigo que te ama y quier vivir en ustedes".
"Solamente así, a la luz de su presencia, la memoria del pasado será fecunda y tendrán la valentía de vivir el presente y afrontar el futuro con esperanza. Podrán asumir libremente la historia de sus familias, de sus abuelos, de sus padres, las tradiciones religiosas de sus países, para ser a su vez constructores del mañana, 'artesanos' del futuro", amplió Jorhe Bergoglio.
Y luego recordó el "experimento sinodal" de la convocatoria de los jóvenes en Roma en preparación al Sínodo dedicado a ellos, que "se destacó en el documento final de 2018, donde la participación de los jóvenes contribuyó a 'despertar' la sinodalidad, que es una 'dimensión constitutiva de la Iglesia'".
"Y ahora, en esta nueva etapa de nuestro camino eclesial, necesitamos más que nunca de la creatividad de ustedes para explorar nuevos caminos, siempre fieles a nuestras raíces", insistió el Papa.
"Queridos jóvenes, son la esperanza viva de una Iglesia en camino, les agradezco su presencia y tu contribución a la vida del Cuerpo de Cristo y le recomiendo: nunca deje de perder su buen ruido, su impulso como el de un motor limpio y ágil, su forma original de vivir! Y anuncien la alegría de Jesús Resucitado!".
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