(ANSA) CIUDAD DEL VATICANO - El Papa afirmó hoy que la Iglesia es una obra siempre abierta, que permanece en movimiento, en un discurso preparado para un grupo de seminaristas que, en lugar de pronunciarlo, se los entregó, porque "si se los leo, se duermen".
"La Iglesia es ante todo una obra siempre abierta. Es decir, permanece constantemente en movimiento, abierta a la novedad del Espíritu, superando la tentación de preservarse a sí misma y a sus intereses", sostiene el mensaje del Papa la comunidad del seminario arzobispal de Nápoles.
Al comienzo de la audiencia, el Papa Francisco bromeó: "Este es el discurso que tengo que decir. Puedo leerlo para que puedan dormir un poco". Por eso decidió entregárselo a los asistentes.
En el discurso, Francisco indica a los seminaristas que "el camino de la formación al sacerdocio es una obra. Nunca debemos cometer el error de sentir que hemos llegado, de considerarnos ya preparados para los desafíos".
"La formación sacerdotal es una obra en la que cada uno de ustedes está llamado a comprometerse con la verdad, a dejar que Dios construya su obra a lo largo de los años".
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