El Papa Francisco recibió hoy en el Vaticano al expresidente argentino Alberto Fernández, un día después de confirmar que se propone visitar la Argentina, su país natal, por primera vez desde que fue ungido pontífice, en la segunda mitad de 2024.
"Hoy visité a nuestro querido Papa Francisco @Pontifex_es para agradecerle todo lo que ayudó y ayuda a la Argentina. Tuve la dicha de poder escuchar una vez más con humildad sus valiosas reflexiones sobre el presente de nuestro mundo", escribió Fernández en sus redes sociales. El expresidente, que dejó el gobierno el 10 de diciembre, se radicó en España, donde dictará clases en una universidad.
El mandatario asistió con su pequeño hijo, al que bautizó Francisco y explicó que su pareja, Fabiola, no estuvo presente porque se recupera de una operación de apendicitis.
"Estuve acompañado por nuestro hijo Francisco, a quien bendijo con amor. Fabiola no pudo viajar porque el sábado fue intervenida quirúrgicamente por una apendicitis. Me transmitió para ella sus deseos de una pronta recuperación", agregó Fernández.
El domingo, en una entrevista televisiva en Italia, Francisco reveló que quiere ir a su país porque "la gente allí está sufriendo mucho".
"Hay un plan de hacer un viaje allá en el segundo semestre del año. En agosto tengo que ir a la Polinesia y luego habrá un viaje a Argentina. Me gustaría ir, son diez años" de ausencia de su país y "me gustaría ir".
La semana pasada, el sucesor de Alberto Fernández, el ultraliberal Javier Milei, que durante la campaña tuvo palabras durísimas hacia Francisco, le envió una carta al Para para invitarlo a visitar la Argentina.
"Su presencia y su mensaje contribuirán a la tan deseada unidad de todos nuestros compatriotas y nos brindará la fuerza colectiva necesaria para preservar nuestra paz y trabajar por la prosperidad y el engrandecimiento de nuestra querida República Argentina", dice Milei en su carta.
En la misiva, el presidente afirma haberse inspirado en los consejos de Francisco de actuar con "sabiduría y coraje" para impulsar el severo ajuste que ha presentado ante el Congreso, que tanta resistencia está encontrando y cuyas consecuencias sociales preocupan al Papa.
Ungido en 2013, Francisco nunca viajó a la Argentina como Papa, en lo que analistas consideran un intento de permanecer fuera de la política doméstica, en la que frecuentemente era involucrado. Se reunió en el Vaticano y en otros viajes con la expresidenta Cristina Kirchner en siete ocasiones y recibió a Mauricio Macri, en la Santa Sede, en un encuentro donde fue llamativo el gesto adusto del Santo Padre en las fotos oficiales. También se encontró con Fernández cuando aún era mandatario.
Con Milei se había planteado una situación muy difícil, tras las palabras muy duras hacia el Papa que tuvo el entonces candidato, que lo llegó a insultar y llamar "el representante del maligno en la Tierra", un "jesuita que promueve el comunismo" y un "personaje impresentable y nefasto".
Grupos de sacerdotes organizaron una misa de desagravio y una marcha y desde el entorno del ultraliberal pidieron la ruptura de relaciones con el Vaticano.
Sin embargo, Milei luego pidió disculpas y, después de haber sido electo, recibió un llamado del Papa Francisco, quien más tarde, en diciembre, relativizó los ataques del libertario como "cosas en broma que se dicen en campaña".
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