El préstamo de 150 millones de euros pedido por la Secretaría de Estado en marzo de 2019 para cancelar la hipoteca muy onerosa que gravaba el edificio de Sloane Avenue, en Londres, fue negado por el Instituto para las Obras de Religión (IOR), más que por la documentación solicitada aún faltante, principalmente "para no incurrir en una posible acusación de reciclado".
    Lo refirió hoy, al testimoniar en la 46ta. audiencia del proceso en curso en el Vaticano, el presidente del IOR, el francés Jean-Baptiste De Franssu, que explicó además que, en una reunión en la Secretaría de Estado el 25 de julio de aquel año, él y el consejo directivo del instituto fueron "tachados de incompetencia".
    De Franssu, desde julio de 2014 presidente del IOR luego de haber sido con anterioridad miembro de la Comisión COSEA sobre finanzas vaticanas, citado como testigo por la propia parte civil IOR.
    De Franssu recorrió las fases relativas al pedido, a la evaluación y el rechazo del financiamiento al término de los cuales el Instituto, el 2 de julio de 2019, en la persona del director general Gianfranco Mammi, envió al promotor general una de las dos denuncias por las "anomalías" observadas por el propio órgano de control (la otra fue de la Oficina del auditor general) que hicieron partir la relativa investigación y luego llevaron al actual proceso.
   

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