Zelensky llegó a la capital alemana, blindado para la tercera Conferencia sobre la Reconstrucción de Ucrania.
Se trata de la ocasión en la que líderes industriales, ministerios y autoridades locales de más de 60 países se reunían para afrontar la tarea -una empresa que podría costar 500 mil millones de dólares- de reconstruir el país destruido por los rusos.
En el futuro, pero también en el presente marcado por las bombas: 135 lanzadas sólo en las últimas 24 horas, afirmó el presidente ucraniano.
Porque reconstruir significa contribuir a la resistencia de los ucranianos, que necesitan agua potable, electricidad, calefacción, medicinas y transporte.
El líder de Kiev volvió entonces a insistir en las necesidades de quienes están en las trincheras: "Los rusos tienen ventaja en los cielos. Y la solución es la defensa aérea.
Necesitamos al menos siete sistemas Patriot".
Una petición que obtuvo el apoyo del canciller alemán, Olaf Scholz: "Pido a todos el apoyo de Ucrania en materia de defensa aérea. Porque la mejor reconstrucción es la que nunca debe comenzar.
El canciller, sin embargo, mantuvo su punto sobre la negativa del envío de instructores alemanes a Ucrania: una línea que el aliado francés, Emmanuel Macron, no sigue por ahora.
En los enormes espacios de la feria norte de Berlín, también habló la presidenta de la Comisión de la UE, Ursula von der Leyen, quien recordó que "Ucrania ha cumplido todos los requisitos para iniciar las negociaciones para unirse a la Unión Europea".
Y anunciando que las negociaciones "pueden comenzar a finales de mes".
En la Conferencia, hoy y mañana participaban 2.000 participantes y los ministros de Asuntos Exteriores de muchos países, incluido el italiano Antonio Tajani, quien será el anfitrión del evento el año que viene.
El también vicepresidente anunció un paquete militar con los Samp-T y una ayuda de 140 millones de euros: que se invertirán en infraestructuras, ferrocarriles, sanidad, agricultura y desminado.
Además, se firmó un memorando de entendimiento sobre el patrocinio de Odesa, con el que Italia se compromete con la región.
A la delegación italiana siguieron también decenas de empresas interesadas en contribuir al enorme esfuerzo de reconstrucción y construir relaciones útiles, especialmente en el futuro.
La jornada estuvo llena de acontecimientos importantes también desde el punto de vista simbólico.
De hecho, Zelensky volvió a hablar en el Bundestag, esta vez en persona, después de la conexión online del 17 de marzo de 2022.
Pero el boicot de la extrema derecha AFD, ausente, causó conmoción, pues el argumento fue que querían distanciarse "de quienes exponen a Alemania a la Tercera Guerra Mundial", justo dos días después de las elecciones europeas en las que se celebraron su ascenso. Y tampoco estuvieron parlamentarios del movimiento de Sara Wagenknecht, "en solidaridad con los ucranianos que piden una tregua y el inicio de negociaciones de paz".
El líder ucraniano, por su parte, advirtió contra la retórica prorrusa, respondiendo a una pregunta sobre la votación del 9 de junio.
"Para mí es importante que la gente no vote siguiendo la retórica prorrusa. Porque esto también es peligroso para Europa".
El Telón de Acero, una metáfora vibrante en el corazón de los alemanes, vuelve a ser el eje de su discurso.
"Parecía que el muro permanecería para siempre. Nadie imaginaba que podría caer tan rápidamente -recordó a los parlamentarios-. Y por eso algunos pueden pensar que Putin es eterno y que la guerra no tiene fin. Pero eso es una ilusión que se debe eliminar con liderazgo, decisiones y éxitos en el campo.
No hay muros que no caigan", completó.
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