Las elecciones europeas más importantes de la historia del Viejo Continente están enterrando al gobierno transalpino (ya se programaron nuevas elecciones para finales de junio) y tendrán consecuencias imprevisibles también para las políticas comunitarias.
La vuelta electoral confirma el ascenso de los extremistas, pero al mismo tiempo premia a los populares que se destacan como primer grupo en el hemiciclo de Estrasburgo.
Alivia la pérdida de los socialistas, neta en cambio la caída de los liberales y los verdes, que pagan las desastrosas actuaciones de los macronianos en Francia y de los Grune en Alemania (donde la Afd sobrepasa clamorosamente a los socialdemócratas en segundo lugar).
Ursula von der Leyen, Spitzenkandidat del PPE, sigue siendo elegida para presidir la Comisión Europea.
La exministra de Defensa alemán esperó las primeras estimaciones de la Eurocámara en la sede del PPE, rodeada por los dirigentes del partido.
"El pueblo castigó a los extremistas de derecha e izquierda, hemos ganado las europeas", dijo von der Leyen. Pero ahora, para ella, comenzarán los días más calurosos, los días de las negociaciones para la mayoría que, probablemente el 18 de julio, será llamada a las urnas.
Confiar en el eje europeísta PPE-S&D-Renew para von der Leyen sigue siendo muy arriesgado.
Los francotiradores, según las previsiones internas de los Populares, podrían representar el 15% de los votos teóricamente favorables.
Ursula necesita una orilla. Y, a la vista de los resultados de esta tarde, probablemente no estará representada ni por Fratelli d'Italia ni por otras delegaciones del Grupo de Conservadores y Reformistas Europeos (ECR).
El PPE, presionado por los socialistas y los liberales, decidió explorar el camino hacia el diálogo con los Verdes, que sin duda son más digeribles para los aliados pro-UE.
El Grupo de los Verdes no es un interlocutor fácil.
Seguramente querrá garantías sobre el Green Deal, exigirá una clara demarcación con el Grupo de Derechas de la Unión Europea.
"La primera ministra (italiana, Giorgia) Meloni no es ni pro-Europa ni pro-democracia", advirtió el candidato líder Bas Eickhout.
Sobre la futura mayoría está también el gran rebus de los no inscritos. En total, el grupo debería contar con 102 eurodiputados, una cifra enorme. Ninguno de ellos desea permanecer en un limbo desfavorable, tanto como poder de influencia parlamentaria como en términos de presupuesto económico.
En el grupo hay partidos de extrema derecha como Afd - que acaba de ser excluida del grupo Id pero con olor a regreso, pero sin el gaffeur negacionista Maximilian Krah - o los orbanianos de Fidesz.
Hay formaciones que deberían ser incorporadas por los populares, como el Partido de los Agricultores Holandeses o la coalición de oposición húngara liderada por Peter Magyar. Y hay delegaciones como la del M5S o la de los eslovacos de Smer, que podrían formar un grupo ex novo.
Por otra parte, la hipótesis de que ECR e ID se unan en un gran grupo sigue estando en el horizonte, aunque, por el momento, la posibilidad sigue siendo remota.
Sin duda, la derecha y la extrema derecha tendrán en Meloni y Marine Le Pen los dos puntos de referencia, con los austríacos del FPO candidatos a la naciente fuerza de gobierno en Viena.
Desde un punto de vista numérico, las proyecciones asignan 181 escaños al PPE (4 más que el actual PE), 135 a los Socialistas (5 menos), 82 eurodiputados a Renew (-20), 71 a los Conservadores y Reformistas (2 más, pagando sobre todo el Pis derrotado en Polonia), 62 escaños a Identidad y Democracia (3 más, sin contar la numerosa delegación de Afd), 53 a los Verdes (19 menos) y 34 a The Left (3 menos que la Eurocámara saliente).
En la actualización constante de las proyecciones de escaños, la última asignó 186 escaños al PE y 133 a los socialistas, con una mayoría pro-UE que se mantiene estable desde el punto de vista numérico.
A partir de mañana, sin embargo, en Bruselas se navegará a la vista hacia las elecciones de los 27 Estados miembros y de la Eurocámara sobre los mejores puestos de trabajo de la UE.
Por el momento, el esquema debería incluir a la Comisión del Partido Popular Europeo, el Consejo Europeo de los Socialistas, el Alto Representante de los Liberales, con Roberta Metsola teóricamente favorecida para la presidencia de la Eurocámara.
Teoría, sí. A la sombra del Atomium, las sorpresas no terminan.
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