A poco menos de dos semanas de las elecciones europeas, la primera ministra Italiana, Giorgia Meloni, ocupa su lugar en el estudio Rai Tre y en una larga entrevista desgrana los temas más candentes de la campaña electoral.
De los desafíos de la política exterior al asunto judicial de Liguria. Pasando por cuentas públicas. La presidenta del Consejo de ministros no se asusta y vuelve a insistir en el punto fuerte del partido Fratelli d'Italia (PdI).
Sobre la "madre de todas las reformas", como ya la llamó en el estreno, Meloni disipó todas las dudas. A quienes le preguntan si la posibilidad de un referéndum podría preocuparle, la premier respondió con firmeza.
"Si la reforma no se aprueba -dijo tajante- a quién le importa. Me preguntan si estoy dispuesta a dimitir si se rechaza el referéndum: no, llegaré al final de cinco años y pediré a los italianos ser juzgada".
Minimizando con "a quién le importa", la premier intenta desligar su destino político de aquel de la reforma constitucional.
Explicó que no teme al referéndum. "No se trata de mí -explicó- sino del futuro del país".
Pasando de los asuntos italianos a los europeos, no pierde la ocasión de dar un paso adelante en el tema de las alianzas en Bruselas.
Cuando se la presiona sobre posibles entendimientos con la extrema derecha, no se cierra: "No suelo dar patentes de presentabilidad". De cara a la formación de la futura Comisión de la UE, la primera ministra confirmó su compromiso de construir una "mayoría alternativa de centro-derecha". Y añadió: "No estoy dispuesta a hacerlo con la izquierda, todo lo demás ya se verá".
Preeminencia y equilibrios europeos están en el centro de la confrontación en los estudios de televisión. Sobre la reforma constitucional, la primera ministra quiso aclarar que "no toca los poderes del presidente de la República".
Recordó el intento de diálogo con las demás fuerzas políticas y reiteró: "No entiendo la oposición de la izquierda".
"Algunos quieren oponerse con el cuerpo" a esta reforma, dijo, queriendo provocar a la secretaria del Partido Democrático (PD), Elly Schlein.
"Proponen doblar los senadores vitalicios -añadió- pero no quieren que los ciudadanos elijan quién gobierne». Y en los temas que más preocupan a la mayoría, no da marcha atrás.
Empezando por el caso judicial que afecta al presidente de la Región de Liguria, Giovanni Toti. Al abordar el asunto, Meloni afirmó: "no pueden pasar meses entre la solicitud y la ejecución de una medida cautelar". Así que se mueve con cautela.
"Solo Toti -declaró- está en condiciones de dar una respuesta completa, porque solo él conoce la verdad y está en condiciones de evaluar qué es lo mejor para los ciudadanos".
La presidenta del Consejo de Ministros dijo que no puede responder sobre la posible dimisión hasta que no tenga "todos los elementos".
Un panorama claro, en cambio, sobre las cuentas públicas. La premier ataca frontalmente 'el desastre del agujero de 220.000 millones' del Superbonus. Citó a "los que decían gratis", en referencia al líder del M5S, Giuseppe Conte, y afirmó que por culpa de esa medida "hoy estamos en dificultades en muchos otros frentes".
El Gobierno, aseguró, "hará todo lo posible para mantener sus compromisos y concentrará los recursos en las cosas importantes" A continuación fija los objetivos: «crecimiento y una política presupuestaria seria». Y el Pacto de Estabilidad no parece molestarle. Lo califica de «sostenible sobre el papel» y «sin duda mejor que las normas anteriores».
Meloni defendió el pacto negociado por su Gobierno y retomó las relaciones con los dirigentes de la UE.
Calificó a Ursula von der Leyen de "pragmática", pero atacó las "opciones ideológicas» de una Comisión "que se equivocó mucho": desde la directiva sobre vivienda hasta la inmigración.
Y habló de inmigrantes, respondió a las recientes críticas de "una izquierda nerviosa". Anunció que el protocolo Italia-Albania "será operativo en breve".
Luego devolvió el golpe a los exponentes del PD, "que nos atacaban porque construíamos un Guantánamo y ahora se quejan de los retrasos en la construcción". Para la presidenta, en definitiva, el proyecto "funcionará y será precursor de las políticas migratorias en la UE".
La línea sigue siendo clara: "la labor más humanitaria que podemos hacer es destruir las redes de traficantes".
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA