El gobierno de Kiev no pidió el despliegue de tropas de la OTAN sobre el territorio, pero quiere más apoyo de los aliados, aseguró hoy el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en diálogo con ANSA, poco después de la conversación de una hora con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni en el Palazzo Chigi.
Las declaraciones de Stoltenberg se produjeron mientras en toda Europa se debantes las palabras del presidente francés, Emmanuel Macron, quien no ha descartado la posibilidad de enviar "tropas sobre el terreno" a Ucrania, lo cual enfureció a Moscú.
La reunión de Stoltenberg con Meloni fue la oportunidad para reconocer a Italia, un "aliado clave", por haber contribuido bien al apoyo de Kiev hasta el momento y para reiterar a Roma la necesidad de un mayor compromiso.
Porque Ucrania se encuentra en dificultades sobre el terreno, también dictadas por "nuestros retrasos", señaló Stoltenberg en un salón privado en el aeropuerto de Fiumicino, antes de recordar que una solución pacífica debe necesariamente pasar del campo de batalla: es allí donde "debemos convencer a Putin de negociar".
"Alabé a Italia por ser un aliado fiel e importante de la OTAN, contribuyendo de muchas maneras diferentes a las misiones de la Alianza, incluida la vigilancia aérea y la patrulla marítima", todo ello "muy apreciado", subrayó Stoltenberg.
También dijo que, frente a Meloni, se discutieron una amplia gama de temas que son "importantes para nuestra seguridad en este momento".
En concreto, se agradeció el "suministro de un sistema de defensa aérea Samp-T junto con Francia", afirmó la Alianza Atlántica.
"Se trata del sistema de defensa aérea y antimisiles a medio-largo alcance: otra unidad podría formar parte -según hipótesis no confirmadas- del nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania que el ministro de Defensa, Guido Crosetto, confirmó que llegará 'pronto' y cuyos detalles, sin embargo, siguen siendo secretos".
Stoltenberg recordó también que Italia "desempeña un papel muy importante como presidente del G7", presidencia que ejerce "en un período crítico para nuestra seguridad" y durante la cumbre de la OTAN que se celebrará en julio en Washington, donde, afirmó, "tomaremos decisiones firmes sobre Ucrania".
Mientras, "la situación en el campo de batalla es muy difícil. Visité Kiev la semana pasada y me pusieron al día sobre los desafíos que enfrentan: Rusia ganó terreno y existe el riesgo de que gane más terreno. No es un territorio vasto", explicó Stoltenberg.
"Pero para detener todo esto, para garantizar que los ucranianos puedan defenderse, hay que enviar municiones, necesitan armas", insistió.
"Una de las razones por las que los rusos lograron ganar terreno en los últimos meses es que no hemos cumplido lo que prometimos", es decir, Estados Unidos, que tardó seis meses en acordar un nuevo paquete de ayuda, o el millón de proyectiles prometido de Europa, mientras que llegaron muchos menos.
"Ahora las cosas están cambiando", añadió, pero la OTAN "no tiene ninguna intención de desplegar fuerzas en Ucrania" "Cuando visité Ucrania la semana pasada, los ucranianos no pidieron tropas de la OTAN, lo que pidieron fue más apoyo".
Porque el círculo, dejó claro Stoltenberg, sólo se puede cerrar de esta manera: "Me temo que ahora es muy difícil mantener un diálogo significativo con Rusia. Lo que nos gustaría ver es que dejen de atacar a otro país".
"Sin embargo, hasta ahora no hemos visto ninguna voluntad real por parte de Rusia de entablar conversaciones de paz serias, porque el presidente Putin cree que puede ganar. La única manera de convencerlo de que necesita sentarse y negociar es demostrar en el campo de batalla que no ganará, y la única manera de lograrlo es brindar apoyo militar a Ucrania", dijo Stoltenberg.
"Si se quiere una solución política, la manera de conseguirla es proporcionar apoyo militar a Ucrania", completó.
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