"Por amor a la democracia" es el lema de la manifestación convocada para denunciar que "el chantaje y las 'fake news' no pueden vencer a la democracia y al pueblo", informó el colectivo "la plaza".
La movilización siguió a aquella que reunió el sábado a más de 12.000 personas frente a la sede del Partido Socialista en la calle Ferraz. Es en vísperas de la decisión sobre la posible dimisión que el premio Pedro Sánchez hará pública mañana por la mañana, tras la pausa de reflexión de cinco días para decidir "si merece la pena" conservar el puesto, después de que su esposa, Begoña Gómez, fue puesta bajo investigación por la acusación de corrupción formulada en una denuncia del autodenominado sindicato Mano Limpas.
Sánchez levantará la reserva e intervendrá sin posibilidad de preguntas, informaron fuentes gubernamentales.
"No nos manifestamos por una persona ni por un partido, sino en defensa de la democracia, contra el uso instrumental de algunos sectores de la justicia con fines políticos", subrayó a ANSA la madrileña Alba Lorenzo, de 45 años, una de las manifestantes.
En la protesta de hoy también participaron dirigentes políticos de Más Madrid, entre ellos la ministra de Sanidad, Mónica García, y el portavoz de Sumar en el Congreso de los Diputados, Íñigo Errejón.
García evitó "especular" sobre el futuro del presidente del Gobierno, pero aseguró: "Estamos aquí para defender la política y alzar la voz contra la intimidación de la derecha que lleva años persiguiendo a los progresistas".
Por su parte, Íñigo Errejón, citado por El País, reivindicó la movilización "para que la derecha de la izquierda pueda gobernar en España".
La prefectura de Madrid estimó en 5.000 el número de participantes en la movilización. Protestan "contra la manipulación mediática de la derecha y la extrema derecha".
El primer ministro socialista, en una 'carta a los ciudadanos' de cuatro páginas publicada el miércoles en la red social X, denunció "la operación de demolición llevada a cabo por tierra, mar y aire para intentar hacerme colapsar a nivel político y personal con un ataque a mi esposa".
Una "máquina de barro" impulsada por opositores políticos y mediáticos, que le había llevado a cancelar su agenda de compromisos públicos, para detenerse y reflexionar sobre "si vale la pena continuar".
"Sánchez se queda" y "Vale la pena, claro que sí", fueron los cánticos entonados esta tarde por miles de manifestantes ante la sede del Congreso de los Diputados, que apelaron al presidente a resistir el grito de "No pasaran!".
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