Tras la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), Londres no tiene intención de firmar nuevos pactos con la UE que puedan interpretarse como un paso atrás respecto a las decisiones adoptadas tras el resultado del referéndum de 2016: "No introduciremos un programa de movilidad juvenil a nivel europeo", dijo el portavoz de Downing Street. "La libre circulación dentro de la UE fue interrumpida y no hay planes para reintroducirla" Desde que el Brexit entró en vigor, personalidades destacadas y diversas organizaciones de ambos lados del Canal de la Mancha efectuaron numerosos llamamientos para llegar a acuerdos que, especialmente en el ámbito de la investigación y la formación, pudieran superar las barreras creadas. El pasado 1 de enero, por ejemplo, el Reino Unido volvió a Horizonte Europa con el estatus de país asociado. Esto permitirá a los investigadores británicos participar en el programa de investigación e innovación de la UE en las mismas condiciones que los investigadores de otros países asociados y tener acceso a la financiación europea.
Esto, sin embargo, no ocurrió con Erasmus, el programa que permite a los estudiantes adquirir experiencia en otro país.
Londres decidió no sumarse a la última versión de la iniciativa, la que está operativa en el período 2021-2027, porque no la consideró económicamente ventajosa.
Quizás sea también a la luz de esta situación que Bruselas propuso un nuevo proyecto para fomentar la movilidad mutua de los jóvenes, permitiendo a quienes lo deseen por motivos de estudio o trabajo poder permanecer durante cuatro años en el país elegido.
De ninguna manera. Londres dijo no a esta hipótesis, pero dejó la puerta abierta a acuerdos bilaterales con países individuales, en una lógica utilitarista que siempre caracterizó las relaciones del Reino Unido, campeón en la recolección de los famosos opt-outs, en el caso de la moneda única. al de las políticas sociales- con la Unión Europea.
Con elecciones previstas para este año, el Partido Laborista también se ha alineado sustancialmente, aunque con algunas distinciones, con la posición del gobierno conservador. El partido de oposición descartó la posibilidad de un programa a escala europea, pero dijo que buscaría mejorar la relación de trabajo del Reino Unido con la UE dentro de sus líneas rojas: no volver al mercado único, a la unión aduanera ni a la libre circulación.
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