Así cerró el jefe de Estados italiano su visita oficial a Bulgaria, con una parada muy simbólica en un puesto de avanzada de la OTAN en las fronteras orientales de la Unión Europea.
La base de la Alianza Atlántica en Novo Selo, en el este de Bulgaria, alberga hoy a unos 720 soldados italianos.
Es uno de los cuatro grupos de batalla multinacionales desplegados por la OTAN para aumentar la capacidad de disuasión a lo largo del flanco de Europa del Este en respuesta a la invasión rusa de Ucrania.
Los otros tres están en Hungría, Rumanía y Eslovaquia.
Además del contingente en Bulgaria, Italia está presente en los grupos de batalla en Letonia y Hungría.
Desde hace días, Mattarella no oculta su preocupación por una ampliación del conflicto en Medio Oriente, pero también está inquieto por el estancamiento de la guerra en Ucrania.
Así, efectivamente, apoya la "visión de futuro" de la Alianza Atlántica y su plena adhesión a los principios defensivos contenidos también en la Carta Constitucional, hasta el punto de sostener que llegó el momento de que la Unión Europea asuma "responsabilidad" y construya una Defensa común que responda las "agresiones" en el continente.
En ese sentido, el jefe de Estado visitó la base en Bulgaria y se reunió con los soldados italianos, a quienes expresó el "agradecimiento" de Italia "Ustedes llevan a cabo -dijo Mattarella en un breve discurso- una tarea que tiene como objetivo lograr la paz y la seguridad y ésta es una característica constante de nuestras Fuerzas Armadas en las tareas que les confiaron el Parlamento y el gobierno, y que se llevan a cabo en muchos lugares, incluso los lejanos".
El presidente, refiriéndose también a las misiones internacionales italianas, subrayó que todas ellas "se llevan a cabo para garantizar y restablecer la paz allí donde está en peligro".
Mattarella insistió en el concepto de "disuasión" recordando a los militares que su "misión tiene la tarea de prevenir y evitar incidentes.
Una misión que tiene como objetivo la paz y la seguridad y, por lo tanto, una misión de gran importancia.
Con la enésima visita a los contingentes italianos repartidos por el mundo, el Mattarella quiso cerrar su misión en Bulgaria, país donde encontró, además, una consonancia excepcional de opiniones sobre los principales asuntos de política exterior y un gran interés por las empresas italianas.
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