El Partido Popular Europeo (PPE) eligió hoy a la actual jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, como candidata a las elecciones al Parlamento Europeo y, por lo tanto, a volver a presidir el Ejecutivo comunitario entre 2024 y 2029.
De los 499 votos emitidos (62,2 % de los 801 delegados con derecho a voto), 400 votos fueron a favor de la alemana, 89 en contra y diez fueron votos inválidos; por lo tanto, entre los votos emitidos correctamente, un 82% votó a favor de Von der Leyen, de 65 años.
Desde el escenario, en su discurso como candidata, la presidenta saliente de la Comisión intentó llegar los corazones de los delegados.
Hizo amplias referencias a su padre y a una infancia dedicada a Europa.
Además, enumeró, uno por uno, los jefes de Estado y de Gobierno en ejercicio que forman parte del PPE, subrayando ahora su apoyo a Ucrania y su firmeza en la protección de las fronteras.
También prometió una Europa "segura, próspera y democrática", en línea con el manifiesto votado por el PPE, y aseguró que el nuevo Pacto Verde será "pragmático" y no "ideológico", llegando a la derecha y a los agricultores.
Pero Von der Leyen fue más allá y describió una Unión Europea asediada por dictadores, desinformación y guerras.
"Los amigos de (Vladimir) Putin difunden el odio", expresó.
"Nuestra Europa unida y pacífica nunca estuvo tan amenazada por nacionalistas, populistas y demagogos, ya sean de derecha o de izquierda. Los nombres pueden ser diferentes, pero los objetivos son similares. Y no lo permitiremos", subrayó, nombrando a Rassemblement Nationale de Marine Le Pen, a los alemanes de AFD y a los polacos de Konfederacia.
"Faltan 90 días para la noche electoral. Estamos unidos en nuestro mensaje y ahora es el momento de salir ahí afuera y convencer a la gente, ganar sus corazones y sus mentes. Sólo será posible si somos un gran equipo", manifestó la política conservadora.
La votación en Bucarest, sin embargo, envió un mensaje sobre los miles de obstáculos que se esconden en los 90 días que separan a Europa de la votación.
La presidenta de la Comisión fue aplaudida por el público de pie, pero la votación reveló cierto descontento que acecha en las filas del PPE.
Los 89 votos en contra no tienen rostro, salvo los más de 20 delegados de los republicanos franceses, que anunciaron el no al "candidato de Emmanuel Macron".
La delegación eslovena también expresó reservas hace unos días.
Pero el grupo de "francotiradores" es más numeroso y, según los rumores dentro del PPE, podría incluir a austriacos, malteses y españoles.
Lejos de Bucarest las señales no eran mejores: los socialistas, pocas horas después de la votación del Congreso del PPE, señalaron que "el apoyo a von der Leyen no está garantizado".
Por su parte, el ministro de Finanzas alemán, el liberal Christian Lindner, esperó a que se oficializara la candidatura para lanzar su flecha: "Europa necesita menos Von der Leyen y más libertad".
En una conferencia de prensa, el candidato defendió uno de los puntos más controvertidos del manifiesto del PPE, el uso de terceros países seguros para quienes buscan asilo en la UE y también a quienes luego logran obtenerlo. "Está en línea con la legislación europea", comentó Von der Leyen.
Entre sus más firmes partidarios se encuentra Forza Italia, con el político italiano Antonio Tajani, ministro de Asuntos Exteriores de su país, que ya ha esbozado la batalla que se librará en junio: "Italia debe recuperar la vicepresidencia de la Comisión", subrayó.
"Es importante que nuestro comisario sea competente, conozca la realidad de Bruselas y crea en Europa", añadió Tajani, precisando que nada de esto se debatió todavía en el gobierno y subrayando que la oposición de la Liga a Von der Leyen no afecta a la alianza con Hermanos de Italia.
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