Rocco Langone, su esposa Maria Donata Caivano y su hijo Giovanni Langone, secuestrados el 19 de mayo de 2022 en su casa, en las afueras de la ciudad de Koutiala, al sureste de la capital de Malí, Bamako, fueron liberados y ya regresaron a Italia.
El anuncio lo hizo el Palacio Chigi, sede del gobierno italiano.
"A pesar del largo encarcelamiento, los miembros de la familia Langone gozan de buena salud", afirmó el comunicado.
El secuestro fue perpetrado por la facción yihadista Jnim, Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes, vinculada con Al Qaeda y activa en gran parte de Africa Occidental.
La familia Langone, originaria de Ruoti, en Basilicata, vivía desde hacía varios años en Koutiala, en el seno de una comunidad plenamente integrada de testigos de Jehová.
La liberación de la familia, subrayó la Presidencia del Consejo, "fue posible gracias a la intensa actividad llevada a cabo por el Aise (la agencia de inteligencia de seguridad italiana), en colaboración con el Ministerio de Asuntos Exteriores, desde el momento del secuestro y, en particular, gracias a los contactos de la agencia con personalidades tribales y servicios de inteligencia locales" La premier italiana, Giorgia Meloni, expresó inmediatamente sus "más sinceras felicitaciones por la liberación de nuestros tres compatriotas", y aprovechó la ocasión para agradecer a todos los organismos e instituciones que trabajaron para ese objetivo.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, habló de "una hermosa noticia que demuestra que cuando se actúa en silencio y no se hace ruido ni propaganda, se consiguen excelentes resultados".
"Estamos felices de que estos tres compatriotas puedan regresar a casa libres, después de haber sido rehenes de los yihadistas durante tanto tiempo", declaró.
Tajani acudió personalmente al aeropuerto de Ciampino para recibir a los tres italianos: "Estoy muy contento. Se reunieron aquí con sus familiares, están en buen estado, como ya lo confirmaron ayer las primeras visitas médicas y el psicólogo, y ahora habrá que interrogarlos".
"La señora me invitó a almorzar, es una fantástica cocinera", añadió, sonriendo, el ministro.
En el aeropuerto de Ciampino estaban Daniele Langone, el otro hijo del matrimonio y el hermano de la señora Maria Donata Caivano, que abrazaron a sus seres queridos que habían regresado.
"Me gustaría agradecer de todo corazón al gobierno italiano, a la Unidad de Crisis, que trabajó día y noche, por lo cerca que estuvieron de mí -dijo Daniele-. Nunca perdí la esperanza y no dudé un solo día de que volverían a casa sanos y salvos".
"Una emoción inmensa, no tengo muchas palabras. No deseo que nadie pase por lo que yo pasé. Los miembros de mi familia están bien. Me dijeron muchas cosas, pero son privadas", prosiguió.
"¿Razones del secuestro? Sinceramente no me interesa dar una respuesta. Se escribieron muchas estupideces. Estaremos en Roma ahora, luego ya veremos. Soy la última persona que había hablado por teléfono una hora antes del secuestro", completó.
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