El acuerdo, valorado en 118 mil millones de dólares, incluye normas más estrictas sobre las solicitudes de asilo, la condición que habían puesto los republicanos para dar luz verde a otras ayudas.
De ser aprobada por el Congreso, sería la ley de inmigración y seguridad fronteriza más agresiva en décadas.
De hecho, el acuerdo prevé medidas severas contra las solicitudes de asilo y la expulsión de quienes no cumplan los requisitos.
Sin embargo, la luz verde de la Cámara no es un hecho, ya que si bien es cierto que los republicanos obtuvieron un reforzamiento de las medidas antiinmigrantes, entre los diputados del Grand Old Party aumentó la oposición a enviar más ayuda a Ucrania.
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