Lo escribe el ministerio de Defensa británico en su actualización de inteligencia.
En junio del año pasado, cuando Wagner llegó a Bielorrusia, había 8.000 mercenarios en el país, se lee en el informe publicado en X.
Los que quedan, observan los expertos de Londres, continúan entrenando al ejército bielorruso y es poco probable que el presidente Lukashenko los utilice fuera de sus competencias.
Lo más probable, continúa la inteligencia británica, es que los mercenarios participen en el entrenamiento de las tropas del ministerio del Interior y no estén involucrados en la seguridad interna o fronteriza en Bielorrusia.
"Es casi seguro que la presencia continua de los mercenarios de Wagner en Bielorrusia también beneficia los esfuerzos militares de Rusia, obligando a Ucrania a mantener posiciones defensivas y personal a lo largo de la frontera norte con Bielorrusia para protegerse de posibles futuras incursiones", concluye el informe.
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