Las acciones más duras se registraron en diversos almacenes repartidos por todo el país de las grandes cadenas Colruyt, Delhaize y Lidl.
Los agricultores bloquean la entrada y salida de camiones en las instalaciones de Colruyt en Ghislenghien y Ollignies (Valonia), provocando importantes perturbaciones en la distribución de alimentos secos, agua y bebidas, mientras que en el centro logístico de Halle la situación parece menos tensa.
"Es inevitable que falten productos en los lineales, en particular los de nuestras plantas de Ollignies y Ghislenghien", afirmó la cadena en un comunicado, precisando que "las existencias en los supermercados siguen presentes", aunque es "difícil dar detalles definitivos porque las tiendas tienen diferentes niveles de stock." Los depósitos de la cadena flamenca Delhaize en Asse y Ninove, en Flandes, también fueron bloqueados, impidiendo la entrada y salida de camiones. Misma suerte correrá el centro de distribución de Lidl en Marche-en-Famenne, en la provincia de Luxemburgo.
El primer ministro belga, Alexander De Croo, ha hecho un llamamiento a los agricultores para que retiren los bloqueos de carreteras que llevan días en marcha en todo el país.
"Se ha dado la señal. La hemos recibido tanto a nivel federal como de la UE. Hoy será el turno del gobierno flamenco.
Existe el compromiso de seguir trabajando juntos en las próximas semanas. Creo que ha llegado el momento de levantar las protestas", dijo el primer ministro, al frente de la presidencia rotatoria de la UE, a los micrófonos de la emisora ;;;;VRT.
"Nuestro enfoque fue iniciar consultas mientras otros pedían enviar el ejército", subrayó, llamando al "diálogo".
En Francia, en tanto, la tensión parece decrecer. Tras los anuncios del primer ministro Gabriel Attal y del presidente Emmanuel Macron, la gran mayoría de los agricultores franceses está poniendo fin a la movilización que llevó al bloqueo de las carreteras alrededor de París con tractores. Quedan algunos puntos críticos para la circulación y algunos disidentes respecto a los principales sindicatos que aún no se han desmovilizado.
Dos semanas después del inicio de la protesta, los sindicatos que agrupan a la gran mayoría de los agricultores, FNSEA y los Jóvenes Agricultores, lanzaron anoche un llamamiento para suspender los cortes de carreteras ante los anuncios de Attal, que prometió varias medidas para apoyo a la agricultura.
"Debemos cambiar nuestro modo de acción e invitamos a nuestros afiliados a suspender los bloqueos y adoptar una nueva forma de movilización", dijeron los dirigentes de los dos sindicatos.
El símbolo de la ira de los agricultores, el convoy de un centenar de tractores que salió de Agen, en el suroeste, y llegó a los mercados generales de Rungis (París), inició su regreso después de que hace dos días unos ochenta manifestantes del grupo fueran detenidos y reportado por daños. Habían logrado entrar en los mercados generales a pesar de estar custodiados por decenas de vehículos blindados de la gendarmería.
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