Y la Alianza Atlántica, también a la luz de los nuevos acontecimientos, convocó a una reunión extraordinaria el 10 de enero y se dispone a comprar misiles Patriot destinados a reforzar las defensas aéreas de algunos países de la OTAN.
Moscú -advirtió el Estado Mayor ucraniano en la habitual rueda de prensa diaria- "ganó terreno cerca de Bohdanivka y Andriivka, en la región de Donetsk. Los combates también continúan en dirección a Avdiyiv, nuestras tropas están frenando al enemigo que quiere rodear Avdiivka".
"Nuestros soldados mantienen la defensa firmemente, causando importantes bajas a los invasores".
Las fuerzas ucranianas dispararon varios misiles contra Crimea "alcanzando un puesto de mando cerca de Sebastopol", mientras que las defensas aéreas rusas derribaron diez misiles, según Moscú.
Pero la situación corre el riesgo de empeorar, dado que, para reponer sus arsenales y continuar con la avalancha de ataques desde el cielo, Rusia está a punto de recibir un suministro de misiles de corto alcance fabricados en Irán.
"Creemos que Rusia quiere comprar misiles a Irán", reiteró el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby.
Poco antes, el diario The Wall Street Journal, citando a funcionarios estadounidenses, había revelado que "a mediados de diciembre, una delegación rusa visitó una zona de entrenamiento iraní para observar los misiles balísticos y los equipos relacionados desplegados por la Fuerza Aeroespacial Pasdaran, incluido el misil Ababil de corto alcance".
La entrega de los misiles iraníes "podría ocurrir ya esta primavera si la compra continúa, pero los funcionarios no creen que el acuerdo se haya completado".
Mientras tanto, la Casa Blanca confirmó que Moscú ya comenzó a recibir lanzamisiles y varias decenas de misiles de Corea del Norte, además de reservas de munición de artillería.
Luego apareció en el campo de batalla un dron iraní de nueva generación, el Mohajer-6, derribado estos últimos días en Odesa.
No el habitual dron kamikaze de Shaeed, sino un avión capaz de realizar reconocimientos, lanzar misiles guiados y con una capacidad operativa de 12 horas en un radio de 200 kilómetros.
Según funcionarios estadounidenses, la cooperación en este frente entre Moscú y Teherán incluye la construcción de una nueva fábrica en Rusia que podría producir miles de drones para el conflicto. En esta fase del conflicto que ciertamente no es tranquilizadora para Kiev, el Ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, cuando fue consultado por CNN cuál es el "plan B" de Kiev para compensar la falta de armas que no puede obtener de los países occidentales, respondió que "No tenemos un 'plan B', confiamos en el 'plan A', Ucrania siempre luchará con los recursos a su disposición. No es caridad, es una inversión en la defensa de la OTAN, así como en la protección de la prosperidad del pueblo estadounidense".
Esto también se discutirá en el Consejo OTAN-Ucrania, que se reunirá el 10 de enero para discutir la situación sobre el terreno. La OTAN precisó que la convocatoria extraordinaria fue decidida por el secretario general, Jens Stoltenberg, a petición de Kiev tras los múltiples ataques con misiles y drones por parte de fuerzas rusas.
En este marco, agobiada por los suministros iraníes y norcoreanos a Moscú, la Alianza ayudará a una coalición de países aliados a comprar hasta 1.000 misiles Patriot, un pedido de 5.500 millones de dólares. Serán destinados a Alemania, Holanda, Rumanía y España.
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