Las instituciones de la Unión Europea (UE) destacaron el éxito y la consolidación de la moneda única comunitaria, el euro; pero advirtieron que nuevos desafíos, renovadas tensiones y procesos de cambio ponen a prueba al bloque y su funcionamiento, por lo que "el trabajo no ha terminado".
"A lo largo de los años ha habido enormes desafíos, incluidas dudas sobre el futuro del propio euro. Pero, cada una de esas veces, hemos encontrado las respuestas correctas, como el Sistema Armonizado de Supervisión y Resolución Bancaria o el Mecanismo Europeo de Estabilidad. Hoy, el apoyo a la moneda única por parte de los ciudadanos de la zona del euro está cerca de niveles récord", afirmaron los líderes de las instituciones de la UE en su mensaje conjunto a los europeos.
Sin embargo, aclaran: "nuestro trabajo no ha terminado.
Porque nos enfrentamos a nuevos desafíos que los países de la UE no pueden afrontar solos y los ciudadanos miran a Europa para encontrar respuestas".
"Nos enfrentamos a tensiones geopolíticas crecientes, entre ellas la guerra de Rusia contra Ucrania, que requiere decisiones colectivas valientes. Nos enfrentamos a una crisis climática cada vez más acelerada que sólo podemos resolver verdaderamente juntos: las emisiones de carbono no se detendrán en las fronteras", describen los líderes.
"Y nos enfrentamos -acotan- a desafíos sin precedentes nuestra competitividad debido a las políticas energéticas e industriales de otras partes del mundo".
Firman el mensaje de fin de año Charles Michel (Presidente del Consejo Europeo), Paschal Donohoe (Presidente del Eurogrupo), Christine Lagarde (Presidenta del Banco Central Europeo), Roberta Metsola (presidenta del Parlamento Europeo) y Ursula von der Leyen (presidenta de la Comisión Europea).
"Esto significa -prosiguen los altos mandatarios- que cuestiones como la defensa, así como las transiciones verde y digital, se han vuelto urgentes y de interés común".
"Lo mismo ocurre con la forma en que abordamos la financiación de las inversiones masivas necesarias para descarbonizar nuestras economías, mejorar nuestras cadenas de suministro y actualizar nuestras tecnologías: sólo en la UE, la transición verde requerirá inversiones de 620 mil millones de euros al año hasta 2030", se lee en otro párrafo.
"Las soluciones deben abarcar la escala que hace posible la colaboración en Europa. Construir una verdadera unión de mercados de capital que abarque todo el continente para movilizar la financiación privada. Utilizar herramientas y políticas europeas para fortalecer nuestra competitividad y seguridad, por ejemplo fortaleciendo las estructuras existentes mediante normas fiscales renovadas y una unión bancaria más sólida y llevar la misma moneda única a la era digital, preparando las bases para un potencial euro digital que pueda complementar el efectivo", subrayan los líderes de la UE.
"Los ciudadanos europeos saben que el mundo está cambiando. Y saben que la unión hace la fuerza. Aproximadamente dos tercios de los europeos están convencidos de que la UE es un bastión de estabilidad. Mostrémosles que Europa puede dar forma a este cambio y satisfacer sus expectativas", concluyen en su mensaje.
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