"Debemos vivir en paz, discutir nuestras diferencias y seguir buscando soluciones", afirmó Mitsotakis, consciente de que el encuentro es una etapa crucial en el diálogo entre ambos países.
El presidente turco no había regresado a la capital griega desde 2017, que estaba blindada para la ocasión por 3.000 agentes en las calles.
Erdogan, que también fue recibido por la presidenta de la República, Katerina Sakellaropoulou, reiteró: "No hay problema que no pueda resolverse mediante el diálogo".
Los tonos amenazadores de los últimos años ya quedaron atrás.
En 2022 afirmó que los misiles turcos podrían alcanzar Grecia y dijo: "Para mí, Mitsotakis ya no existe".
El deshielo entre los dos países miembros de la OTAN, envueltos en disputas históricas sobre el Mar Egeo, ya había comenzado en febrero, cuando Grecia expresó su solidaridad por el devastador terremoto en Turquía.
Desde entonces, los tonos se volvieron más conciliadores.
; "Siento que es un deber histórico poner a los dos Estados uno al lado del otro", dijo Mitsotakis, que planea visitar Ankara en la primavera.
En declaraciones conjuntas al final del encuentro, que duró más de una hora, los dos líderes enumeraron los numerosos ámbitos en los que pretenden reforzar la colaboración.
Empezando por la economía: el objetivo es duplicar el comercio, llevándolo de 5.000 millones de dólares a 10.000 millones de dólares.
Incluso en lo que respecta a la cuestión migratoria, fuente de tensiones en los últimos años, Mitsotakis se declaró satisfecho con la "colaboración cada vez mejor" en las fronteras, y subrayó que el número de llegadas se ha reducido en el último período.
A continuación, el primer ministro anunció la activación de un visado de turista de siete días para los visitantes turcos para diez islas griegas cercanas a la costa de Anatolia.
Y la nueva colaboración se vio reforzada por 15 acuerdos firmados por los ministros de ambos países en diversos campos, desde educación hasta interconexiones eléctricas.
A pesar del optimismo que marcó la cumbre, el camino es aún largo: "No estamos de acuerdo sobre la cuestión de Chipre, debemos reiniciar el diálogo" sobre la base de las resoluciones de la ONU, aclaró Mitsotakis.
Mientras Erdogan espera que se produzca un "logro" de una solución justa, basada en la realidad de la isla" que actualmente se encuentra dividida.
Una de las cuestiones más espinosas sigue siendo el reconocimiento de la plataforma continental y de la Zona Económica Exclusiva (ZEE), necesarias para explotar el gas en el subsuelo marino.
Según Mitsotakis, la próxima fase del diálogo podría centrarse en esta controversia.
La única, para Grecia, "que podría estar sometido a jurisdicción internacional".
La solución no está a la vuelta de la esquina, pero en la declaración conjunta firmada por ambos, los dos líderes reafirmaron su compromiso con el diálogo y con "medidas de fomento de la confianza", incluidas las del ámbito militar, para eliminar "fuentes injustificadas de tensión".
"En nombre de las generaciones futuras, tenemos el deber de construir un mañana, en el que sople un viento de paz sobre estas aguas tranquilas", concluyó Mitsotakis.
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