El Kremlin, en tanto, hizo saber que el presidente ruso, Vladimir Putin, intervendrá el miércoles en la cumbre del G20 a través de una videoconferencia organizada por India, explicando la posición de Rusia ante la situación actual.
"Sí - dijo el portavoz Dmitry Peskov en respuesta a una pregunta - está previsto un discurso y el tema está claro. Es la situación actual, que es muy, muy turbulenta". Aunque no se esperan sorpresas, porque la posición rusa que se expondrá "es de sobra conocida", además de "coherente y equilibrada", añadió el vocero.
La visita de hoy a Kiev es la segunda que hace Austin desde el inicio del conflicto, en febrero de 2022.
"El mensaje que le traigo, señor presidente, es que Estados Unidos de América está con usted y permaneceremos con usted a largo plazo", le dijo a Volodimir Zelensky, quien le agradeció y dijo que era una "señal muy importante".
En otra reunión con periodistas y con el director general de la corporación Fox, Lachlan Murdoch, el presidente ucraniano admitió implícitamente que la contraofensiva ucraniana iniciada a principios de junio no había tenido los efectos esperados por los partidarios occidentales. Al menos no tan rápido como se esperaba.
"Por alguna razón la gente trata la guerra como una película y espera que no haya largas pausas en los acontecimientos", lamentó el presidente. Pero para los ucranianos "esto no es una película", sino "un trabajo duro cada día y no todo terminará tan rápido como nos gustaría, pero no tenemos derecho a rendirnos y no lo haremos", prometió.
La declaración de Zelensky tiene todos los aspectos de una reprimenda por los signos de cansancio que, según muchos observadores, se están extendiendo por todo el frente occidental entre los partidarios de Ucrania.
El último de ellos es la exclusión de la financiación para Kiev -así como para Israel- del plan aprobado la semana pasada por el Congreso estadounidense y válido durante dos meses para evitar el cierre federal.
Pese a la oposición de un bloque de republicanos, hay una mayoría bipartidista que apoya la continuación de la ayuda al Gobierno de Zelensky, pero el temor del presidente ucraniano es que ese apoyo se debilite a medida que se acercan las elecciones estadounidenses del próximo año.
No solo para la presidencia, sino también para el Congreso, con candidatos que tendrán que explicar a sus electores el uso de fondos federales a favor de Kiev. Pero mientras tanto, en su habitual discurso vespertino, el presidente ucraniano anunció -agradeciendo- que Washington "asignó un nuevo paquete de defensa a nuestro país. En particular, habrá más artillería y proyectiles, que son necesarios en este momento".
Para garantizar la continuidad de la ayuda, es importante que Ucrania demuestre que sabe cómo utilizar eficazmente las armas recibidas, logrando éxitos sustanciales sobre el terreno.
En los últimos días, Kiev aseguró que sus fuerzas habían avanzado sobre la orilla este del río Dnipro en la región de Jersón, obligando a los rusos a retirarse.
Moscú lo negó y afirmó que infligió numerosas bajas a fuerzas ucranianas no preparadas que intentaron establecer fortalezas a lo largo de la orilla del río.
El ministerio de Defensa ruso dijo que 40 soldados ucranianos murieron sólo en las últimas 24 horas.
Fuentes ucranianas, en tanto, dijeron que dos personas murieron y una resultó herida en un bombardeo ruso sobre la ciudad de Jersón, capital de la región sobre la orilla oeste del río Dnipro, de donde las tropas de Moscú se retiraron hace un año para establecer sus defensas precisamente en la orilla este.
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