(ANSA) - ROMA, 08 OTT - Con el macabro recuento que superó
las 700 víctimas el domingo por la tarde, Israel llora a sus
caídos, de todas las edades, géneros y ocupaciones: soldados,
policías, socorristas y numerosos civiles, que murieron bajo los
cohetes o en combates con los milicianos de Hamas.
Surgen nombres, historias y fotografías que van mucho más
allá de los fríos números de los balances de víctimas.
Los medios de comunicación del Estado judío quedaron
especialmente impresionados por la historia de Hannah Ben-Artzi,
la mujer de 69 años de Kfar Aviv a la que un cohete hizo
estallar cuando intentaba abrir un refugio público para los
vecinos que no sabían dónde refugiarse.
Los cohetes también mataron a diez beduinos árabes
israelíes, entre ellos seis niños, el más joven de los cuales,
Yazan Zakaria Abu-Jama, sólo tenía cinco años y vivía en el
pueblo de Arara.
Según una lista parcial publicada y constantemente
actualizada por Haaretz, en Netiv HaAsara murieron
particularmente numerosos civiles, incluido Ofir Libstein, quien
era el respetado presidente del Consejo Regional Sha'ar Hanegev.
La lista de soldados desplegados para contrarrestar la
infiltración de milicianos a lo largo de la frontera con Gaza y
que murieron bajo el fuego de Hamás es también larga: el sábado
cayó "en un enfrentamiento a tiros con un terrorista" el coronel
Yonatan Steinberg, de 42 años, comandante de la brigada Nahal
del ejército.
Se trata de un ejército compuesto en gran parte por
reclutas, todos ellos de unos veinte años, a juzgar por la lista
publicada por el periódico.
Entre los soldados asesinados se encontraba también un
ciudadano británico, Nathanel Young, también de 20 años, que
para la familia "estaba lleno de vida, amaba a sus amigos y a
nosotros y era amado por todos", según escribió la BBC.
El precio de la sangre también fue alto para la policía,
entre cuyas filas fueron asesinados varios oficiales de alto
rango: es el caso del superintendente jefe, comandante de la
estación de Rahat, Ge-ar Davidov; o el superintendente jefe
Itzhak Bazuka-Shvili, que dirigía la estación de Segev Shalom.
Sobre las redes sociales aparecen luego las fotos de otras
dos víctimas, el sargento Vitaly Karisik, de 38 años, de
Ashkelon, y su colega, el sargento Alon Barad, de 38 años, de
Beersheba, ambos muertos en combate en Reim. Y entre los
israelíes asesinados en Reim, también circula sobre X (antes
Twitter) la foto del cadáver del teniente coronel Sahar Makhlouf
del 481 batallón de reconocimiento, quien según información de
una fuente palestina era uno de los encargados de identificar
los objetivos a atacar en la Franja
También cayeron muertos en combates en los alrededores de
Gaza, varios agentes del Shin Bet, el servicio de inteligencia
interna israelí: Yosef Tohar, de 39 años, de Bitzaron, que tenía
cuatro hijos; Maor Shalom, 46 años, de Arugot, padre de tres
hijos, y Amit Vaks, 48 ;;años, de Netiv Ha'asara, también padre
de tres hijos.
A ellos se suman dos jóvenes oficiales, Ilai Najman, de 23
años, e Ido Edri, de 24, los cuales perdieron la vida en la
trágica fiesta de Sucot en Re'im.
Y luego están los extranjeros atrapados en el conflicto: los
dos tailandeses asesinados y Rodolfo Fabián Skariszewski, de 56
años, de Córdoba, Argentina, que murió en el pueblo de Moshav
Ohad, atropellado mientras paseaba a su perro. O su compatriota
Abi Kori, que vivía en el kibutz Korin. (ANSA).
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