Sokolov murió en el ataque del viernes pasado contra el cuartel general de la Flota en la Crimea ocupada en el puerto de Sebastopol, detallaron.
En el edificio neoclásico del centro de la ciudad, fundado por Catalina la Grande, 34 oficiales perdieron la vida y 105 "invasores" resultaron heridos. Y el edificio en sí se considera "irreparable".
A medida que surgen nuevos detalles, queda cada vez más claro el nivel de daño sufrido por los rusos en Sebastopol y, a la inversa, el éxito logrado por los ucranianos, que evidentemente sabían dónde y cuándo atacar.
Según los ucranianos, el ataque al barco de desembarco Minsk, ocurrido a mediados de septiembre, se habría llevado a 62 marineros que ya se encontraban a bordo del barco, porque habrían tenido que partir al día siguiente.
Por supuesto, es imposible verificar de forma independiente esta información -los rusos hablan de un solo hombre desaparecido al mando de la flota y de daños "mínimos"- pero, de ser así, sería un terrible revés para el Kremlin.
Durante la noche, Moscú tomó represalias atacando Odesa.
Aunque al azar. La oleada de misiles causó dos muertos y un herido, y dañó "significativamente" las estructuras del puerto, un hotel abandonado sobre el paseo marítimo y un silo con 1.000 toneladas de cereales.
Los canales prorrusos en línea afirmaron que el hotel era en realidad un centro de mando del ejército ucraniano, pero incluso algunos perfiles relacionados con la propaganda negaron la teoría.
"Este era mi hotel", escribió el empresario Andrey Stavnitser en la red social X (antes Twitter).
"Soñaba con construir un hermoso y moderno paseo marítimo en Odesa. Como a todos los habitantes de aquí, no me gustaba el edificio, un monumento al descuido y al mal gusto, y soñaba con renovarlo. Pero lo reconstruiremos todo. Y Odesa será tan hermosa como los rusos nunca podrían imaginar ni en sus más terribles pesadillas".
El ministro de Defensa ucraniano definió el bombardeo a la ciudad como un "patético intento de represalia" por el ataque en Sebastopol y "una violación del derecho internacional humanitario, ya que atacó tanto a las tropas como a la infraestructura civil, incluso para el suministro de electricidad".
Según la Fuerza Aérea militar, Rusia lanzó 12 misiles de crucero Kalibr, dos misiles antibuque Onyx y 19 drones kamikaze contra Ucrania.
Los bombardeos continuaron constantes en el resto de zonas del frente mientras un dron ucraniano atacaba el aeropuerto de Khalino, en la región rusa de Kursk. Pero desde el punto de vista militar, la noticia de la jornada en sin duda la llegada de los tanques estadounidenses Abrams, aunque se desconoce su número exacto (Estados Unidos había prometido una treintena).
"Buenas noticias. Los Abrams ya están en Ucrania y se preparan para reforzar nuestras brigadas. Agradezco a nuestros aliados por cumplir los acuerdos, estamos buscando nuevos contratos y ampliando la geografía de los suministros", comentó el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky.
En Ginebra, sin embargo, las noticias son terribles. Erik Mose, presidente de la Comisión de Investigación sobre Ucrania, dijo al Consejo de Derechos Humanos de la ONU que su equipo había reunido más pruebas en Jersón que indican "el uso sistemático de la tortura por parte del ejército ruso en áreas previamente bajo su control".
En algunos casos las víctimas "murieron", en otros los familiares se vieron obligados a "escuchar" la violencia sexual contra sus seres queridos.
Mose afirmó que los intentos de la Comisión de comunicarse con Moscú quedaron sin respuesta, a pesar de que se les dio la oportunidad de responder a las acusaciones durante la audiencia del Consejo: "Ningún representante ruso participó".
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA