Meloni se encuentra en Nueva York para participar en la 78 Asamblea General de la ONU, mientras en Europa se produce el freno por parte de Polonia al plan de Ursula von der Leyen sobre los inmigrantes.
La idea es buscar nuevos aliados para frenar la inmigración ilegal, sobre todo con el apoyo de la ONU, tal vez incluso persiguiendo la idea de puntos críticos en Africa, bajo el paraguas del ACNUR.
Toda la misión estadounidense está concentrada en esto.
Todas las reuniones se celebran con líderes de países africanos, empezando por Guinea, Kenia y Senegal, y el tema de la migración ocupa un lugar destacado en el orden del día.
Pero también, como reiteró el ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, sobre el potencial de desarrollo de Africa.
Mejores condiciones, estabilización política y crecimiento son las herramientas que, en el futuro, pueden contener las salidas.
Una cuestión que la primera ministra abordará también con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, a quien reiterará el apoyo de Italia al intento de reactivar el acuerdo sobre el cereal. Otro impasse que a su vez agrava las dificultades de los países más débiles, empezando por los africanos.
Meloni (acompañada de su hija Ginevra en Nueva York) llegó visiblemente cansada. Las cuestiones italianas la siguen -no solo los migrantes, también los temas pendientes de la política económica que la esperan a su regreso- y los compromisos internacionales tan frecuentes complican la agenda.
Tanto es así que se imagina bajar el ritmo, en la medida de lo posible, en los próximos meses. Pasa toda la mañana en el Palacio de Cristal, donde tiene ocasión de intercambiar impresiones con las cumbres europeas - Roberta Metsola, Ursula von der Leyen, incluso Charles Michel-.
En la reunión informal de Ministros de Asuntos Exteriores del lunes, explicó Tajani, Africa fue el tema principal, también en vista de la cumbre informal de Granada y luego de un Consejo de la UE a finales de octubre que promete ser cuesta arriba, dado el no polaco.
"(Mateusz) Morawiecki está en campaña electoral", dijo claramente Tajani, y en el gobierno le restan importancia, donde, en cambio, se presta atención a la finalización de la misión Sophia, con la que se podría superar "el bloqueo naval", como subrayó el Ministro deel Interior, Matteo Piantedosi.
Pero una nueva falta de acuerdo frenaría la búsqueda de respuestas concretas, sin las cuales, como también observó Metsola a su llegada a Nueva York hace dos tardes, corremos el riesgo de "perder a los ciudadanos" que serán llamados a votar para renovar las instituciones de la UE en nueve meses.
En tanto, es necesario hacer operativo el memorando con Túnez que, según aseguró Tajani, no sufrió ningún "bloqueo".
Quizás "es la esperanza de alguien", afirmó el jefe de la Farnesina.
Otra andanada al Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, y su carta con "fuertes reservas" sobre el acuerdo con Túnez y la forma en que se firmó.
A pesar de que Borrell, que también se encuentra en Nueva York, coincide con Tajani -que volará a Túnez para firmar un acuerdo para 4.000 inmigrantes tunecinos regulares adicionales- en la necesidad de una "estrategia a largo plazo" para gobernar la migración.
Luego hay un plan a implementar para Africa, a partir del plan italiano Mattei, en el que participan no sólo Bruselas sino también las Naciones Unidas.
Una propuesta que la primera ministra llevará al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y que también expondrá en su primer discurso ante la Asamblea, la noche italiana del miércoles al jueves.
Meloni está racionalizando su discurso para convencer a sus socios de que Africa no puede ser abandonada, que el problema de la migración es global y que se necesita una respuesta unida.
Para la primera ministra será también la primera vez en el Consejo de Seguridad, que Joe Biden quisiera reformar y en el que existe una distancia con su aliado: "Está bien ampliar -explicó Tajani- pero con rotaciones. Otros países piensan como nosotros, el debate está abierto".
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