¿Es mucho? ¿Es poco? "Para que sea realmente eficaz, es necesario despejar una franja de al menos 30 kilómetros", señaló Gumenyuk.
El trabajo es duro, luchamos cada metro, entre minas y dientes de dragón, siempre que el clima -actualmente templado- lo permita. Entonces entraremos en una fase de estancamiento, con la perspectiva de tener que resistir los misiles rusos por segundo invierno consecutivo.
El año pasado, más o menos por estas fechas, el Kremlin se apoyó en el 'General Armageddon', el ex jefe de las Fuerzas Aeroespaciales, Serguei Surovikin, y su estrategia terrorista dirigida a volar la infraestructura energética ucraniana: la idea era utilizar el frío como un arma y tomar Kiev por desesperación, si no con las armas. Ucrania resistió. Surovikin, sin embargo, perdió su lugar debido a la excesiva proximidad a las posiciones del golpista Prigozhin.
Desafortunadamente su método puede durar más que él. De acuerdo con los análisis de la inteligencia británica, que cada día examina diligentemente el destino del conflicto en las redes sociales, "existe una posibilidad realista de que Moscú vuelva a concentrar sus ataques contra objetivos de infraestructura ucranianos durante el invierno". Además, Londres cree que Putin puede contar con un "importante stock de misiles de crucero", desmintiendo así lo afirmado anteriormente por varias fuentes.
Por supuesto, en comparación con 12 meses atrás, Ucrania está en una mejor posición y puede hacer uso de los modernos sistemas de defensa antimisiles de sus aliados.
Sin embargo, la nueva táctica desarrollada por los rusos (lanzar los cruceros junto con los drones más baratos diseñados por Irán para confundir a los radares) demostró ser eficaz. En definitiva, en las noches de alerta no es posible dormir tranquilo, como lo demuestran las ya decenas de tragedias registradas en este año y medio de guerra: en Járkov, un misil ruso acaba de caer en el barrio de Kholodnohirsky, provocando cinco heridos. Por otro lado, Kiev también ha aumentado la presión, con la campaña de ataques a ciudades rusas, incluida Moscú, y las espectaculares incursiones en Crimea.
"A partir de finales de diciembre, aumentaremos la producción de drones aéreos entre 120 y 140 veces, seguramente más de 100 veces", anunció Mykhailo Fedorov, viceprimer ministro ucraniano de Innovación, Educación, Ciencia y Desarrollo Tecnológico y responsable de la transformación digital, durante el evento "Redkolegia Summit".
Luego está el factor Kim que compromete el panorama. El dictador norcoreano está de gira por Rusia y, con el ministro de Defensa, Serguei Shoigu, como acompañante, el programa de hoy incluía una "demostración" militar de la flota de Moscú en el Pacífico, así como una visita a la fábrica del sistema de misiles hipersónicos Kinzhal.
"Estoy profundamente impresionado por las modernas tecnologías de aviación y capacidades de fabricación de Rusia", aseguró Kim. Lo cual bien puede ser cierto, pero el hecho es que a Putin le faltan municiones y misiles -un problema que Occidente conoce bien- y un poco de ayuda de Pyongyang sería útil.
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA