El caso fue revelado por el New York Times, pero el Servicio de Acción Exterior de la UE rechazó confirmar tanto sus datos como el hecho de que Floderus pertenecía al cuerpo diplomático europeo, al parecer para "proteger su seguridad".
A marcar el cambio de rumbo no fue otro que el Alto representante, Josep Borrell, que, no solo, por primera vez, reveló la identidad del diplomático, y también aseguró que Bruselas está presionando "sin descanso" por su liberación.
"Quiero subrayar que yo personalmente, y todo mi equipo en todos los niveles -en estrecha coordinación con las autoridades suecas, que tienen primeramente la responsabilidad de la protección consular- y con su familia, hemos ejercido presión sobre las autoridades iraníes para que lo liberen: cada vez que tuvimos encuentros diplomáticos, a todos los niveles, hemos colocado el tema sobre la mesa", declaró Borrell.
Con escasos resultados, evidentemente Floderus fue, en efecto, arrestado en abril de 2022 mientras se hallaba en Irán de vacaciones con los amigos y, con anterioridad, había visitado el país por trabajo.
Teherán, por lo que se sabe, lo acusó de espionaje.
Es por eso que las instituciones europeas eligieron el carácter confidencial, como a menudo sucede en situaciones similares.
Pero después de 500 días de espera, la familia de Floderus tuvo un ataque de nervios: no por casualidad, poco antes de que Borrell hiciese pública su inquietud, ofreció una declaración en la que se decía "profundamente preocupada y afligida".
"Sabemos que muchos están comprometidos en su liberación y estamos agradecidos", explica el comunicado.
"Al mismo tiempo, cada día es una enorme prueba para nosotros, sobre todo para Johan: debe ser liberado y debe poder volver a casa inmediatamente".
En suma, adiós a la estrategia del silencio, ante el escándalo mediático. Para observar si se mueven las aguas. No es la primera vez, por otra parte, que Irán mantiene en prisión a un ciudadano extranjero, o con la doble nacionalidad, como represalia: es la "diplomacia de los rehenes" que prevé el arresto estratégico de ciudadanos occidentales para obtener concesiones, como la liberación de iraníes detenidos en el exterior, a menudo y de buena gana por crímenes graves.
La presión de la UE, tanto diplomática como sancionadora, no parece tener un gran efecto siquiera en el frente de los derechos humanos. Según la red de activistas iraníes, 1500tasvir, las fuerzas armadas de la República islámica habrían atacado la residencia de Sara Aeli, tío de Mahsa Amini, y lo habrían "arrestado".
La joven de 22 años de origen kurdo murió el 16 de setiembre de 2022 luego de ser arrestada por la policía moral, pues no usaba correctamente el velo, y su muerte provocó una oleada de protestas antigubernamentales en varias ciudades de Irán que se desarrollaron durante meses y fueron duramente reprimidas, suscitando la indignación de Occidente.
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