El exponente nacionalista Igor Girkin conocido como "Strelkov" (el fusilero), que se encuentra en prisión desde el mes pasado tras expresar críticas a los mandos militares y al Kremlin, anunció que se presentará a la presidencia de la Federación para suceder al propio Putin en marzo próximo.
Quien piense en un posible avance democrático debería tener en cuenta no sólo el curriculum vitae de Girkin -condenado, entre otras cosas, a cadena perpetua en contumacia por el derribo de un avión malasio con 298 personas a bordo en 2014 en Donbass-, sino también las razones por las que justificó su elección: Putin, afirmó, es "demasiado amable" y se dejó engañar por los líderes occidentales.
Por lo demás, las denuncias de Girkin, en espera de juicio por "incitación al extremismo", no difieren mucho de las del jefe del grupo mercenario Wagner.
Aunque ciertamente no lo amaba, tanto es así que después del intento de rebelión de Prigozhin el 24 de junio, Girkin dijo que "el cocinero", como él lo llamaba, había que "colgarlo" para garantizar la seguridad de Rusia.
"Me considero más competente en asuntos militares que el presidente en ejercicio, y ciertamente más que el ministro de Defensa en ejercicio, por lo que podría cumplir con el deber del Comandante en Jefe Supremo, como lo exige la Constitución de la Federación Rusa", escribió no obstante Girkin en su canal Telegram, que cuenta con más de 730.000 suscriptores.
En tan solo unas horas, su anuncio obtuvo más de 16.000 me gusta.
Según el "Fusilero", Putin fue engañado durante ocho años, a partir de 2014, por las promesas de una solución pacífica a la cuestión de Donbass "por parte de (Barcak) Obama, (Donald) Trump, (Emmanuel) Macron, (Angela) Merkel" y de los presidentes ucranianos (Petro) Poroshenko y Zelensky".
"Nunca creí ni un centavo" en lo que decían, afirmó Girkin.
El exponente nacionalista añadió que, en su opinión, el actual presidente no es lo suficientemente duro porque a pesar de la "incompetencia" demostrada por las fuerzas armadas, la inteligencia y el complejo militar-industrial, sus líderes "permanecieron en sus puestos".
Finalmente, Girkin toca la cuestión moral, asegurando que no habrá corrupción con él porque no tiene amigos ricos.
"De este modo no tendré que ceder a los deseos de mis amigos a costa de la economía rusa", prometió.
Girkin, de 52 años, es un ex coronel de los servicios de inteligencia internos de Rusia (FSB) y en 2014 dirigió las fuerzas secesionistas prorrusas en la autoproclamada república de Donetsk en Ucrania.
Las autoridades de Kiev lo acusan de graves violaciones de derechos humanos.
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