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La guerra "avanza" hacia Rusia

Lo dijo consejero presidencial de Kiev, Mykhailo Podolyak

MOSCU, 30 agosto 2023, 15:14

Redaccion ANSA

ANSACheck
Rusia vivió la noche más dramática desde el inicio del conflicto en Ucrania, con siete regiones en la mira, un aeropuerto militar a 600 kilómetros de la frontera con Ucrania atacado, gigantescos aviones de transporte Ilyushin incendiados y los tres aeropuertos internacionales de Moscú que volvieron a cerrarse al tráfico.
    "La guerra avanza cada vez más hacia el territorio de Rusia y no se puede detener", comentó el consejero presidencial de Kiev, Mykhailo Podolyak, mientras Moscú habló de "acciones terroristas" que "no quedarán impunes".
    También durante la noche, fuerzas rusas atacaron Kiev, ante lo cual las autoridades ucranianas dijeron que se trató del peor bombardeo "desde la pasada primavera" (boreal), en el que murieron dos personas y tres resultaron heridas.
    Eso a pesar de que el jefe de las fuerzas armadas, Valerii Zaluzhnyi, afirmó que los 28 misiles de crucero lanzados contra varias regiones ucranianas, incluida la capital, fueron destruidos, así como 15 de los 16 drones utilizados por los rusos.
    Por su parte, Moscú afirmó haber atacado puestos de mando y servicios de inteligencia en la zona de la capital.
    El Ministerio de Defensa ruso también dijo que había destruido cinco lanchas rápidas ucranianas que transportaban a decenas de miembros de las fuerzas especiales de desembarco de Kiev en el Mar Negro.
    Una noticia desmentida por los ucranianos.
    Los drones kamikaze apuntaron a las regiones rusas de Moscú, Bryansk, Kaluga, Oryol, Ryazan, Voronezh y Pskov.
    El ataque más sensacional se produjo en esta última ciudad, situada a más de 600 kilómetros de la frontera con Ucrania, donde fue alcanzado un aeropuerto donde están estacionadas tropas paracaidistas de élite.
    Cuatro gigantescos aviones de transporte estratégico Ilyushin Il-76 resultaron dañados y dos quedaron "envueltos en llamas", dijeron los servicios de emergencia, agregando que no se reportaron víctimas. La inteligencia militar ucraniana, aunque no aceptó directamente la responsabilidad por el incidente, dijo que los cuatro aviones fueron destruidos. Videos caseros mostraron enormes llamas elevándose desde la pista del aeropuerto y luego fuego antiaéreo en acción.
    Pskov se encuentra a sólo 30 kilómetros de la frontera con Estonia.
    Por lo tanto, era inevitable que se desencadenaran rumores en los canales rusos de Telegram de que los drones habrían despegado desde el territorio del país báltico, miembro de la OTAN.
    Una acusación que no fue aceptada por las autoridades de Moscú.
    El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, habló, en cambio, de "actividades terroristas del régimen de Kiev", añadiendo que la llamada "operación especial" rusa se llevará a cabo precisamente para "eliminar ese peligro".
    Tras las habituales declaraciones de los dirigentes ucranianos, el asesor presidencial Podolyak no se atribuyó abiertamente la autoría de los atentados, pero se quejó de que "los llamamientos a evitar cualquier ataque al territorio legal de Rusia parecen extraños y siguen animando a Moscú a continuar con su agresión".
    Una crítica aparentemente dirigida a Estados Unidos, que oficialmente aseguró estar en contra de ataques de este tipo.
    Podolyak añadió, sin embargo, que "Ucrania cumple estrictamente con la obligación de no utilizar las armas de sus socios para atacar territorio ruso".
    Siguiendo con el tema de las armas, Estados Unidos anunció en cambio que dispone de "informaciones fundamentadas" según las cuales el presidente ruso, Vladimir Putin, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, mantienen conversaciones desde hace meses para el suministro de armas de Pyongyang a Moscú.
    Y estos contactos conducirán "en las próximas semanas a que Pyongyang envíe miles de municiones y otros equipos militares", advirtió el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.
    Mientras, desde el terreno hubo noticias contradictorias sobre la contraofensiva ucraniana.
    El Ministro de Asuntos Exteriores, Dmytro Kuleba, declaró que la conquista de Robotyne, en la región de Zaporiyia, abre el camino para que el ejército ucraniano se dirija hacia el sur, incluso hacia Crimea.
    Por su parte, sin embargo, el gobernador de la parte de la región controlada por Rusia, Yevgeny Balitsky, negó que las fuerzas ucranianas conquistaran Robotyne.
   

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