La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, declaró este lunes (28) que tiene intención de visitar Caivano, en la provincia de Nápoles, en el sur de Italia, donde dos niñas de 10 y 12 años fueron víctimas de violación colectiva.
El párroco de la región, don Maurizio Patriciello, había escrito a la primera ministra pidiéndole que fuera al lugar calificado de "abandonado por el Estado".
En la reunión del Consejo de Ministros, Meloni confirmó la intención de visitar la zona y dijo que el gobierno quiere beneficiar el lugar y que "para la delincuencia no hay zonas libres".
Al hablar de la visita del religioso, afirmó: "No será una visita sencilla, brindaremos seguridad a la población", y agregó que el polideportivo de la ciudad, uno de los lugares donde habría ocurrido la violencia, debe ser "renovado y puesto en funcionamiento lo antes posible".
"Agradezco a la Presidenta del Consejo que aceptó mi invitación. Ella mostró sensibilidad. Como cristiano, agradezco al Señor por darnos da fuerza para seguir adelante sin rendirse", afirmó el sacerdote a ANSA.
Según él, en Caivano faltan todo tipo de servicios, desde farmacias hasta transporte público, y las investigaciones muestran que la degradación es tan grave que muchos adolescentes de la ciudad cruzan diferentes zonas de tráfico para llegar a la escuela.
A pesar de las promesas de mejoras, la familia de una de las dos pequeñas víctimas ya ha enviado una solicitud al tribunal para cambiar ciudad y nombre como parte del programa de protección de testigos.
Por el momento, los investigadores trabajan con la hipótesis de que hay 15 integrantes de la banda que cometió los actos violentos contra los dos primos, pero otros aún son investigados y los celulares incautados están bajo análisis.
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