Sin duda, un arma más en manos de Kiev para luchar contra las fuerzas de ocupación rusas, que sin embargo puede ser utilizada "sólo en su propio territorio", señaló el ministro de Defensa danés, Jakob Ellemann-Jensen.
La misma advertencia había llegado de Estados Unidos con la entrega de municiones en racimo. La intención es evitar que el conflicto se extienda profundamente incluso a territorio ruso y también por ello los aliados han negado reiteradamente a Kiev el envío de armas de largo alcance.
Mientras tanto, Rusia afirma que ha frustrado varios ataques con aviones no tripulados ucranianos en su país. En la madrugada del lunes se habría visto afectada la región de Moscú, durante la jornada se habrían interceptado tres drones en la región de Belgorod y uno sobre la región de Kaluga, que posiblemente se dirigía hacia el aeropuerto militar de la zona.
Si los drones parecen estar funcionando, para ver los F-16 en el campo de acción habrá que esperar. La formación de los pilotos ucranianos ya ha comenzado, pero durará meses y en todo caso los primeros aviones llegarán a finales de año. Serán los seisque traerá como dote Dinamarca, que en total deberá entregar 19 cazas a Kiev: otros 8 se entregarán el próximo año y los últimos cinco en 2025, dijo la primera ministra danesa, Mette Frederiksen.
Sobre la hoja de ruta de los aviones de Países Bajos, sin embargo, hay algunas dudas. El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, ha afirmado en repetidas ocasiones que serán 42, o toda la flota, pero esta noticia aún no ha sido confirmada por el país que los envía.
Suecia, por otro lado, no ha hecho ningún compromiso nuevo con Ucrania para suministrar a Kiev sus cazas Gripen.
Según Kiev, se necesitarían un total de 128 aviones de combate occidentales para imponer su superioridad sobre Moscú.
Sin embargo, Ucrania espera que los F-16 puedan representar un punto de inflexión para una contraofensiva que lucha por despegar y que está impacientando a los aliados. Incluso hoy, esta vez desde el Financial Times, se habla de funcionarios estadounidenses que son cada vez más críticos con la estrategia adoptada por Kiev y cada vez más pesimistas sobre las perspectivas de éxito.
Los desacuerdos deben buscarse en la elección de los líderes militares ucranianos de enviar los mejores contingentes al Este en lugar de explotar las tecnologías y armas occidentales para romper las líneas rusas hacia el Sur, para llegar al Mar de Azov cortando la conexión entre Moscú y Crimea.
Tal vez reconquistando la ciudad de Mariupol, que el Kremlin estaría preparando para repoblar con unas 300.000 personas de Rusia para 2035.
Kiev podría atacar aprovechando una condición moral y psicológica de las fuerzas rusas que los líderes militares ucranianos están convencidos de que está empeorando. Si, por un lado, son buenas noticias, por otro lado, esta condición obliga al mando de las unidades de Moscú a tomar más medidas, lo que aumenta la preocupación de Kiev sobre los movimientos rusos en el Mar Negro.
Ahí, de hecho, el Kremlin tiene actualmente un barco. y un submarino que tienen una salva total de 12 misiles Kalibr, por lo que el riesgo de ser atacado de cara al aniversario de la independencia del país (24 de agosto) es "extremadamente alto", según la portavoz de las fuerzas de defensa del sur, Natalya Gumenyuk.
Para Zelensky, que llegó hoy a Atenas, es una amenaza que corre el riesgo de extenderse a los vecinos de Kiev "si Ucrania no prevalece".
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