La llamada al líder de Vox fue cordial, de entre amigos, dicen fuentes mayoritarias, recordando que Meloni es también presidenta del partido de los Conservadores y Reformistas Europeos.
En los comicios la coalición de derechas no consiguió el resultado esperado y el partido de Abascal perdió 19 diputados.
Siempre según fuentes del oficialismo italiano, se esperaba un resultado diferente, pero siguen siendo elecciones locales, precisaron: "No podemos hacer predicciones de aquí a las elecciones europeas".
Explicaron que el riesgo entonces es que "en España se vaya al voto de nuevo con los populares que pretenden la mayoría. Los populares son precisamente el partido al que hay que mirar para tejer un entendimiento e influir en el nombramiento de la cúpula de Bruselas".
Sobre el voto español, sin embargo, entre los exponentes del partido Hermanos de Italia (FDI, por sus siglas en italiano), de Meloni, se observa cómo Vox sacó básicamente solo un dos por ciento menos que en las últimas elecciones.
Por la misma razón no hay brindis. Carlo Fidanza, jefe de la delegación de Hermanos de Italia en el Parlamento Europeo, destaca: "el Partido Socialista -dijo- fue el primero en las últimas elecciones y ahora ya no lo es".
"El premier español Pedro Sánchez tenía mayoría sin los secesionistas catalanes y ahora la única forma de seguir vivo es un acuerdo políticamente sangrante con (Charles) Puigdemont", agrega Fidanza.
No solo eso, porque para el eurodiputado, "la izquierda también dice que el proyecto de un centro-derecha europeo sobre el modelo Meloni está derrotado por la votación de ayer, pero basta una calculadora normal para comprobarlo, proyectando los votos de los partidos en las próximas elecciones europeas, Vox duplicaría los escaños en Estrasburgo y los populares en más de un tercio".
Poco importa, sin embargo. Elly Schlein, secretaria del Partito Democrático (PD), confía a las redes sociales su satisfacción por los resultados que premian "la valentía de Pedro Sánchez, de su equipo" que dieron la vuelta a un resultado que parecía ya escrito.
Después de todo, atacó la secretaria de los demócratas, "los verdaderos perdedores son los nacionalistas de extrema derecha de Vox. Es la demostración de que se puede frenar la ola negra cuando el objetivo no es alimentar los miedos, sino resolver los problemas concretos de la gente".
¿Cómo? Según la líder, el camino correcto pasa por 'aumentar el salario mínimo y limitando los contratos a término, abordando seriamente la emergencia climática, limitando los efectos de la elevada energía y la inflación sobre las empresas y sobre los más pobres".
Como ella, Giuseppe Conte, presidente del Movimiento 5 Estrellas (M5s), que destaca la "clara e inequívoca, de la extrema derecha de Vox, apoyada en varias repetidas ocasiones también por la primera ministra Giorgia Meloni".
En este sentido, "la derrota de Santiago Abascal marca el fracaso de un modelo político reaccionario". Para el líder del movimiento, ahora fue descubierta "la fanfarronada" de la extrema derecha, que avanza a "golpes de consignas".
Y los centristas también se regocijan. En un tuit, el líder de Italia Viva, Matteo Renzi, se dirigió directamente a la premier: "Las próximas (elecciones) europeas ganarán los de centro". Un mensaje que desde Madrid llega a Roma. Giorgia, ¿oyes esta Vox?".
La advertencia a la mayoría de un viejo zorro de la política centrista como Pier Ferdinando Casini es cáustica: "Espero que en torno al Palazzo Chigi y en general entre los funcionarios del Gobierno se pueda silenciar la propaganda, al menos por un minuto, y examinar seriamente los resultados españoles".
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