Así cerró la campaña electoral de su partido en Getafe (Madrid) de cara a las elecciones generales del domingo.
Abanicos de cartón con la inscripción 'Adelante' y música indie de fondo, la que le gusta al líder. "Pedro, Pedro", vitorean los militantes que acudieron en su apoyo.
El presidente español Sánchez cierra la campaña electoral para el domingo 23 de julio en Getafe, ciudad de la periferia de Madrid habitada por la 'clase obrera' tradicionalmente aliada a su Partido Socialista. Es la enésima cita con las urnas a la que el jefe de Gobierno saliente, en busca de un tercer mandato, llega en realidad como un perdedor.
Pero el ambiente en el polideportivo elegido para el acto final de esta larga cacería de la "remontada" de la derecha -dada la ventaja de las encuestas- no es el de aquellos que sienten que tienen que aceptar la rendición. "El domingo ganará el Partido Socialista y perderán el Partido Popular y Vox", proclama Sánchez desde el escenario instalado en el centro de la estructura. "Presidente, presidente", acuden a coro los simpatizantes del partido.
Entre los presentes hay muchas mujeres y algunas familias, muchas ondeando banderas rojas en las que se ven las iniciales y el símbolo del PSOE, la "rosa en el puño". Y Sánchez sabe que los necesita a todos para intentar volver a la cima. "El 23 de julio debemos apostar todos al rojo, para seguir avanzando.
Todos debemos ir a votar al Partido Socialista", es su incitación, puntuada con un tono contundente.
En los últimos días, el líder socialista ha dado una particular muestra de sintonía con su diputada Yolanda Díaz, que se presenta como candidata a la cabeza del nuevo proyecto de izquierda Sumar. Un tándem progresista que se presenta como respuesta al impacto de los opositores conservadores, que han hecho de la promesa de "derogar el sanchismo" su lema principal para aspirar a la escalada hacia la Moncloa.
"El Partido Socialista será la primera fuerza política y el de Yolanda Díaz será la tercera fuerza política, y habrá otros cuatro años de gobierno progresista", promete. Porque, según añade, en condiciones difíciles como las que impuso la pandemia de Covid que acompañó el debut del gobierno saliente, la coalición que encabezó respondió "haciendo las cosas bien".
Por otro lado, Sánchez observó, hacia el final de su discurso, que las opciones ofrecidas a los votantes el domingo son sólo dos: "O una coalición progresista o un gobierno de mentiras".
"El 23 de julio será la victoria de la mujer sobre el machismo y de la cultura sobre la censura, de la ciencia sobre las no vax", afirmó Sánchez. "El 23 de julio les diremos que esos derechos y libertades que están negociando no son de ellos", bramó Sánchez.
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