Rutte y la Apelación Demócrata Cristiana (CDA) presionaron por una limitación neta de la reunificación familiar para los inmigrantes, pero la otra mitad de la alianza, los liberales del partido D66 y los calvinistas de la Unión Cristiana, se opusieron.
Así, entre la noche del jueves y el viernes comenzó la última negociación crucial. Y al final Rutte tuvo que levantar la bandera blanca.
El cuarto ejecutivo encabezado por el ministro-presidente había tenido un iniciomuy difícil, pues el partido VVD, en marzo de 2021, había ganado las elecciones sin obtener, sin embargo, la mayoría para gobernar en solitario, como ocurrió prácticamente desde siempre en Holanda.
Esa vez, sin embargo, las negociaciones ejecutivas fueron más difíciles.
Tras 271 días de negociaciones, en enero de 2022, el gobierno de Rutte vio la luz con el apoyo decisivo de los liberales del D66, que obtuvieron el crucial ministerio de Finanzas, asignado a Sigrid Kaag.
Sin embargo, el gobierno holandés se movió en aguas turbulentas desde entonces.
Hasta la primera y auténtica señal de alarma: las elecciones locales arrasaron la pasada primavera con el Partido de los Agricultores (BBB), una formación contraria a las políticas medioambientales que tiene precisamente en un holandés, el vicepresidente de la Comisión UE, Frans Timmermans, como máximo exponente.
Sin embargo, el tema migratorio y la cuestión de la reunificación familiar hicieron estallar al ejecutivo en La Haya.
El secretario de Estado, Eric Van der Burg, había puesto sobre la mesa un último intento de mediación, que preveía una suspensión temporal de las reagrupaciones familiares en caso de un aumento excesivo de los flujos migratorios.
Para los liberales y, sobre todo, para la Unión Cristiana, la medida seguía siendo excesivamente severa. Al final, el gobierno el que cayó, según anunciaron por la tarde los medios locales.
En Europa, el final del Ejecutivo de Rutte está destinado a dar otro golpe al eje centrista que, hasta ahora, actuó como la columna vertebral de las opciones de Bruselas. Su partido es miembro de los liberales de Renew y estuvo en el gobierno desde octubre de 2010.
Junto con el húngaro Viktor Orban (cuyo cargo como primer ministro es solo unos meses "mayor"), Rutte es el jefe de gobierno que por más tiempo ha estado en ese lugar en Europa.
Según los medios locales, ahora es muy probable que las elecciones se realicen en octubre.
En ese contexto, la derecha celebró: "Adieu Rutte", escribió en Twitter el líder del PVV Geert Wilders.
Para el exaspirante a pianista que llegó a la política, el reto de volver al gobierno por quinta vez podría ser el más difícil.
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