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"Un policía le disparó", otra muerte más

Esposa de un joven muerto en Marsella, "no hacía nada malo"

PARIS, 05 julio 2023, 17:53

Redaccion ANSA

ANSACheck
"Mohamed no era un 'casseur' (activista, NDR). No estaba haciendo nada malo. Solo estaba tomando fotos. Yo digo que fue un policía que le disparó", ese es el clamor desesperado de la esposa del joven de 27 años asesinado por un " flashball" (bala de bajo impacto) en Marsella, en la noche entre el sábado y el domingo. Francia vuelve a sacudirse.
    La hipótesis de que un policía disparó una pistola antidisturbios desde unos pocos metros de distancia a un joven de veintisiete años, padre de un niño y que esperaba un segundo hijo, matándolo, está en el centro de una doble investigación en Francia.
    Mohamed estaba en su ciclomotor tomando fotos y videos de los furiosos enfrentamientos en Marsella. Según el fiscal de Marsella, Dominique Laurens, murió de un "violento golpe en el pecho" provocado por un proyectil tipo flash-ball, los mismo que utiliza la Policía Nacional. Un drama que, al menos por ahora, no parece reavivar la ira de los banlieues, tras otra noche tranquila bajo los cielos de la République.
    En la entrevista radial con RTL, la esposa asegura que la víctima no participaba en los disturbios sino que "miraba a la gente, tomaba fotografías". "Tengo un video que prueba que mi esposo no hizo nada", dijo la viuda shoqueada, y agregó: "En mi opinión, fue un policía quien le disparó. Lo vio mientras filmaba, disparó una flash-ball".
    Por su parte, la cadena BFM-TV ha difundido un video, presentado como el último realizado con su teléfono móvil por el joven, en el que se ve a varios agentes realizando una detención, de noche, frente a un comercio del centro.
    La pareja tiene un bebé y esperaban un segundo hijo. Según BFM-TV, el hombre murió de un paro cardíaco: luego de ser golpeado por el proyectil, mientras estaba a bordo de su scooter, se desplomó sobre el manubrio y fue encontrado en el suelo, a lo largo del Cours Lieutaud, a unos cientos de metros del Vieux-Port y de las calles del centro saqueadas en esas mismas horas por los alborotadores.
    Las dos investigaciones abiertas tras el incidente tienen como objetivo, entre otras cosas, determinar si la muerte del joven de 27 años está relacionada o no con "los disturbios y saqueos" que se estaban produciendo en Marsella. Sin embargo, la tensión que estalló tras el asesinato de Nahel siguió descendiendo y la noche entre ayer y hoy terminó con solo 16 detenciones, de las cuales siete en París y en los suburbios.
    El gobierno estudia ahora la posibilidad de "suspender algunas funciones" de las redes sociales en caso de nuevas revueltas, pero descarta cualquier posibilidad de un "apagón generalizado" de las plataformas de internet. Al final del consejo de ministros en el Elíseo, el portavoz ejecutivo Olivier Véran también anunció una circular para permitir que los municipios reconstruyan los edificios públicos destruidos "sin demora".
    Desde el comienzo de los disturbios hace una semana, 1.100 edificios han sido quemados o dañados y 270 comisarías de policía y gendarmería han sido atacadas. En cuanto a las fuerzas del orden, la ola de violencia ha causado 800 heridos. Más de 3.600 detenidos.
    Mientras tanto, el Ministro de Transportes, Clément Beaune, anunció el regreso a la normalidad de la circulación de autobuses y tranvías. En Ile-de-France, la región parisina que concentra casi el 20% de la población, la empresa Ratp informó de unos cuarenta autobuses quemados, con "daños por al menos 20 millones de euros". Continúan las polémicas políticas y 90 organizaciones de izquierda -entre partidos, sindicatos y asociaciones- han convocado "marchas cívicas" en todo el país para el sábado para expresar "duelo e ira" y denunciar las políticas calificadas de "discriminatorias" en los suburbios.
    Entre las peticiones de la izquierda también figura una "reforma profunda de la policía, de sus técnicas de intervención y de su armamento".
   

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