La niña, de 9 años, vive desde hace un año en la provincia italiana de Perugia con su madre pero no olvida a los militares ucranianos que están combatiendo para liberar a su país.
ANSA se reunió con ella, y su madre, Yulia, en un parque de la ciudad.
"Quería ayudar de alguna manera a los soldados que están luchando y después de ver en internet que había la posibilidad de vender mi pelo, le pedí a mi madre que me lo cortara", contó la pequeña que huyó de la guerra y que encontró refugio en Umbría.
"Mamá se puso en contacto con una amiga suya y me cortó el pelo, que luego se vendió", agregó Zlata, mientras mostraba hasta donde le llegaba el cabello en su espalda, antes de cortárselo.
"Mamá mandó el dinero a los militares que nos compraron una radio con la que podíamos hablar sin que nos escucharan", reveló la pequeña, que acaba de terminar el tercer grado y dijo que se siente bien en Italia.
"Conocí nuevos amigos, pero mi deseo es volver a mi ciudad", sostuvo Zlata, que proviene del suroeste de Ucrania, a unos cuarenta kilómetros de la frontera con Rumanía.
"Me siento bien aquí, pero extraño a mi hermana y a mis amigos en Ucrania y en particular a Anastasia, mi mejor amiga", agregó.
"La guerra es mala -subrayó- y cuando hablo de lo que pasa en Ucrania siempre me duele mucho".
"Zlata es una niña muy sensible", explicó su madre.
"Al ver tanto a los ucranianos que viven aquí como a los italianos comprometidos con ayudar a nuestro pueblo, expresó su voluntad de contribuir también a la ayuda", agregó.
"Hace unas semanas -señaló Yulia- vino a verme diciendo que había visto la posibilidad de vender pelo por internet. Acepté acompañarla. Creo que es correcto hacer entender a los niños el valor de la solidaridad desde pequeños".
"Pero ahora -concluyó la pequeña antes de sumergirse en los juegos del parque- me voy a dejar crecer el pelo, me gusta largo".
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