Los líderes kosovares impugnaron la versión del arresto de Belgrado, argumentando que los agentes habían sido "secuestrados" en territorio de Kosovo.
Según informan medios serbios, el tribunal de Kralievo (Serbia central) confirmó las acusaciones contra los tres policías kosovares por posesión no autorizada de armas y explosivos en territorio serbio, aunque al mismo tiempo confirmaron su excarcelación. Los tres tendrán que defenderse de las acusaciones mientras siguen en libertad.
La detención de los tres policías el pasado 14 de junio ha contribuido a aumentar aún más la tensión entre Belgrado y Pristina, que dan versiones opuestas del episodio.
Según las autoridades serbias, los policías kosovares fueron sorprendidos y detenidos a 1,8 km de distancia en territorio serbio, fuertemente armado y en posesión de sofisticados equipos de orientación. Belgrado, incluso, se ha referido a ellos como "terroristas" kosovares.
Pristina, por su parte, afirma que los tres fueron "secuestrados" bien adentro del territorio de Kosovo, acusando a las fuerzas serbias de haber entrado ilegalmente en el país.
Ambas partes afirman tener pruebas irrefutables de su historia.
El primer ministro kosovar, Kurti, quien confirmó la liberación de los tres agentes "secuestrados", expresó "gran satisfacción" por el regreso a sus familias. "Este secuestro -dijo- representó una grave violación de los derechos humanos que exige el castigo de los responsables. Los agresores serbios son los responsables", añadió.
Ante esto, el primer ministro húngaro, Viktor Orban, expresó su gran agradecimiento por la decisión de las autoridades de Belgrado de liberar a los tres policías, petición que había dirigido expresamente al presidente serbio, Aleksandar Vucic, en su reunión de los últimos días, según lo informaron los medios serbios.
Según medios de Belgrado, el canciller húngaro, Peter Szijjarto, dijo que esta mañana el presidente serbio, Vucic, informó al primer ministro Orban de la decisión de Serbia de liberar a los tres agentes kosovares, de acuerdo con la solicitud realizada en su reunión de la semana pasada. "Viktor Orban valoró mucho la decisión tomada por el presidente serbio, en un período de desafíos difíciles, una decisión que es una clara demostración de la profunda amistad entre los pueblos serbio y húngaro, y de la cooperación estratégica entre los dos países", dijo. Szijjarto.
El propio Orban confirmó que habló por teléfono esta mañana con el presidente Vucic, quien le informó de la liberación de los tres policías kosovares.
El deterioro de la situación en el norte de Kosovo aumenta "la posibilidad de un 'Donbás' balcánico, Dios no lo quiera, justo en el corazón de Europa", esa fue la advertencia lanzada por el primer ministro albanés, Edi Rama, a través de las redes sociales, a su llegada a Bruselas donde hoy se encontrará con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
El objetivo del primer ministro es transmitir "nuestras importantes preocupaciones sobre la crítica situación en la región" y sugerir "una conferencia programada donde, dentro de los muros de una estructura hospitalaria bajo la égida de la comunidad euroatlántica, los líderes de Serbia y Kosovo ultima todos los puntos del acuerdo de normalización", explica Rama.
Para el primer ministro albanés "la miopía estratégica en el planteamiento del diálogo, el retraso en la puesta en marcha del excelente plan franco-alemán, el cambio de atención hacia las demostraciones de fuerza y, en consecuencia, el deterioro de la situación en el Norte pueden costar al conjunto región, sin duda a Serbia, pero sobre todo a Kosovo más que a nadie, un revés irreversible con consecuencias a largo plazo".
"Albania hará todo lo posible para evitar que esto suceda", concluyó Rama, que advirtió sobre el riesgo de que los países balcánicos sean empujados "totalmente fuera del camino de la integración europea hacia el viejo polvorín en el corazón de Europa".
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