El actual flanco oriental, en cambio, hasta el derrumbe de la URSS formaba parte del Pacto de Varsovia y después de 1991 el deshielo con Rusia no justificaba cambios sustanciales en la postura de la Alianza. Una realidad barrida en 2014, con la anexión de Crimea, pero sobre todo el 24 de febrero de 2022 con la arremetida contra Ucrania, tanto que se habla incluso de "disuasión nuclear" y "modernización" de las estructuras.
Aquí, la tarea de las áreas de defensa en marcha en Bruselas, que consiste principalmente poner orden en su propia casa, aprobar los planes regionales elaborados por el mando militar y allanar el camino para la cumbre de Vilnius, donde los líderes firmarán oficialmente los documentos. Luego habrá tiempo hasta 2024 para la implementación material. Porque primero se necesita dinero.
Regresar a la Guerra Fría es costoso y las naciones deberán aprobar el aumento, al menos, al 2% del PIB en el sector militar. Pero, por supuesto, la guerra en Ucrania siempre encabeza las preocupaciones de Bruselas y Washington. El grupo de contacto de tracción de Estados Unidos recibió "actualizaciones" del campo de batalla directamente del ministro de Defensa, Oleksi Reznikov, y de los líderes militares ucranianos, al tiempo que aseguró a Kiev su "apoyo inquebrantable".
Pero ya se sabe, en la guerra un cañón ciertamente vale más que una palmada en la espalda y, por lo tanto, la 14ta reunión de la liga para Ucrania produjo nuevas promesas de ayuda. Como los cientos de misiles suministrados por el cuarteto Estados Unidos-Reino Unido-Países Bajos-Dinamarca o las miles de municiones donadas por Noruega.
"La guerra es un maratón, no una carrera de velocidad. Y hoy Ucrania está bien posicionada para responder a los desafíos futuros", dijo el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin III. Durante la reunión ministerial, no es ningún misterio, la contraofensiva ucraniana estuvo en el centro de las discusiones.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, elogió el alto grado de profesionalismo de las fuerzas armadas de Kiev y señaló que ya se habían logrado "progresos sobre el terreno".
Tanto él como Austin restaron importancia a las pérdidas infligidas por los rusos, que pregonan fotos de Leopards y Bradley destruidos por todas partes.
Por supuesto, la contraofensiva acaba de comenzar y es demasiado pronto para hablar de un "punto de inflexión". Mark Milley, jefe del Estado Mayor de los Estados Unidos de América, se muestra como siempre cauteloso y recuerda que hay "cientos de miles de hombres rusos atrincherados a lo largo del frente" y que la lucha será "muy difícil, muy violenta y probablemente tienen una duración considerable". Así que nervios firmes. La reunión de la Comisión OTAN-Ucrania sirve precisamente para gestionar la frustración de Kiev, que además de armas quisiera incorporarse a la Alianza lo antes posible. "De hecho, ya desempeñamos el papel del flanco oriental, protegiendo a la Europa democrática y civilizada de la Rusia bárbara", subrayó Reznikov.
De aquí a Vilnius se entenderá mejor cómo elegirán los aliados gestionar las fricciones. Que también son internos. Un ejemplo. Durante la sesión de votación, la enmienda relativa al texto del Parlamento Europeo que pide acelerar la integración de Ucrania dividió la estructura democrática (votaron a favor Mercedes Bresso, Beatrice Covassi, Paolo De Castro y Elisabetta Gualmini; se abstuvieron Piero Bartolo, Brando Benifei, Camilla Laureti, Alessandra Moretti, Giuliano Pisapia, Patrizia Toia y Achille Variati).
Sin embargo, la enmienda encontró el apoyo de la mayoría de los eurodiputados y se incluyó en el texto final que luego recibió el apoyo de la delegación completa de los Demócratas (y de los demás italianos, excepto los 5 Estrellas que se abstuvieron y los Verdes que votaron en contra).
En resumen, Ucrania es sin duda parte de la ecuación ahora que se está reorganizando el flanco oriental pero, precisamente, también hay otras cuestiones. La OTAN no ve la necesidad de cambiar su postura nuclear a pesar de los anuncios de Moscú de que pretende desplegar ojivas tácticas en Bielorrusia. "Sin embargo, debemos ser creíbles cuando hablamos de disuasión", explica una fuente de la OTAN. La "adaptación" en curso debe verse bajo esta luz. Sin dramatismo.
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