En 10 años (2011-2021), en Italia se cerraron 125 hospitales, es decir, un 12%. Y en solo 12 meses se eliminaron casi 21.500 camas.
El derecho a la salud, advirtió Francesco Cognetti, coordinador del Foro de Sociedades Científicas de médicos hospitalarios y universitarios italianos (Fossc), "está en grave peligro". Los médicos en primer lugar hoy son 130.000, 60.000 menos que en Alemania y 43.000 menos que en Francia.
Existe también un éxodo sustancial de nuevos médicos graduados y especialistas, más de 1.000 al año, porque los salarios y las condiciones de trabajo son mucho mejores en el extranjero.
En concreto, en los Servicios de Urgencias, la escasez de personal se puede cuantificar en 4.200 batas blancas (en seis meses, de enero a julio de 2022, 600 dimitieron, cerca de 100 al mes).
Frente a ello, en el aspecto económico, la previsión de gasto sanitario sobre PIB para el periodo 2023-2026 ya registrará en 2024 una vuelta al valor del 6,3% respecto a una media del 8,8% de los 37 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y cerca del 10% de Francia y Alemania.
Por eso, en la rueda de prensa, los representantes de las 30 Sociedades Científicas reunidas en Fossc se dirigieron directamente a la premier Meloni para pedir la revisión completa de los parámetros organizativos de los hospitales sancionados por el Decreto Ministerial 70.
La OCDE, recuerdan clínicos y universidades, se declaró muy preocupada por nuevas crisis sanitarias en los países que invierten menos recursos en sanidad y para Italia espera una inversión de al menos un 1,4% más que en el PIB de 2021, lo que equivale a un aumento anual de inversión de 25.000 millones de euros.
En esta situación, afirmó el Foro, "creemos que es impensable desviar personal de los hospitales a las estructuras territoriales previstas por el Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia (PNRR), es decir, hogares y hospitales comunitarios".
La reciente Conferencia de Salud del G7, celebrada en Japón, produjo un documento final en el que se relanza el compromiso de fortalecer los sistemas de salud.
Incluso el Papa Francisco y el Presidente de la República, Sergio Mattarella, declararon en reiteradas ocasiones su profunda preocupación, lanzando advertencias y recomendaciones para apoyar el sistema de salud pública.
"Esperamos -concluyen las sociedades científicas- que el gobierno escuche estas advertencias y los médicos que atienden cada día a los ciudadanos en los hospitales".
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