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Kiev asegura estar "aún en Bajmut"

Zelensky desmiente a Moscú. Putin agradece a los Wagner

KIEV, 21 mayo 2023, 18:28

Redaccion ANSA

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Ucrania lucha por defender Bajmut también en sus declaraciones, tras el anuncio del jefe de los Wagner, Yevgeny Prigozhin, de que la ciudad, teatro de la guerra más larga y sangrienta de la invasión capituló y está en manos de los rusos.
    El presidente de Rusia, Vladimir Putin, felicitó a sus tropas y mercenarios por la "liberación de Artyomovsk", denominación soviética nunca abandonada por Moscú en estos meses de asalto.
    Desde Hiroshima, el mandatario ucraniano, Volodymyr Zelensky, respondió que "no, Bajmut no está actualmente ocupada por la Federación Rusa" y que los ucranianos "siguen" comprometidos con la defensa de la ciudad.
    Pero tan claros como son los esfuerzos por disimular, los propios ucranianos mostraron incertidumbre sobre el destino de la ciudad. En primer lugar Zelensky, quien en un comentario inicial a los periodistas en el G7 declaró que "no pensaba" que la ciudad estuviera en manos rusas, y que en todo caso "no queda nada de sus edificios": por ahora Bajmut" permanece solo en nuestros corazones".
    Palabras interpretadas por muchos como una confirmación de la capitulación, obligando a su portavoz Sergii Nykyforov a precisar que la del presidente ucraniano era una "negación" de la conquista rusa, que luego quedó claro en la siguiente rueda de prensa.
    Pero sobre el terreno, la situación es mucho más compleja: si, por un lado, la viceministra de Defensa ucraniana, Hanna Malyar, insistió en que las fuerzas de Kiev han "semi-rodeado" a Bajmut, el comandante de las fuerzas terrestres Oleksandr Syrsky reconoció que sus tropas controlan solo una parte "insignificante" de la ciudad, pero mantienen la periferia y siguen "avanzando por los flancos".
    "La importancia de la defensa de Bajmut no pierde su significado. En el futuro, esto nos dará la oportunidad de ingresar a la ciudad cuando cambie la situación operativa en el frente", agregó Syrsky, quien visitó personalmente a las tropas comprometidas en esa dirección.
    Por el contrario, Prigozhin pintó un cuadro totalmente diferente, argumentando que en Bajmut "no hay un solo soldado ucraniano, porque hemos dejado de tomar prisioneros", y que "hay una gran cantidad de cadáveres de soldados" de Kiev.
    Al comentar sobre las declaraciones de Zelensky, Prigozhin sostuvo que el líder ucraniano está mintiendo o, "como muchos de nuestros líderes militares, simplemente no sabe lo que está sucediendo en el terreno".
    La confusión de anuncios y desmentidos no borra el dato de que la caída de Bajmut representa un duro golpe para Kiev, en vísperas de la ansiada contraofensiva y tras meses de feroz batalla en la que gastó una enorme cantidad de recursos y decenas de miles de vidas.
    Por la misma razón, la toma del asentamiento de Donetsk representa una victoria pírrica para los rusos: el segundo ejército del mundo mostró un enorme cansancio y lo pagó también con la vida de decenas de miles de soldados, 100.000 entre muertos y heridos, según el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
    Un resultado concreto después de un largo ayuno de un evento positivo en el campo, pero más simbólico que estratégico.
    Prigozhin quiso aclarar entonces -sin dejar escapar otra polémica con el Estado Mayor ruso- que no se trata de una victoria del ejército moscovita. Según él, ninguna de las tropas regulares ayudó a sus mercenarios en la conquista de la ciudad.
    Los expertos también argumentaron durante algún tiempo que Bajmut no puede representar un punto de inflexión en el destino del conflicto.
    El grupo de expertos estadounidenses Isw subrayó que la toma de la ciudad no permitirá que las agotadas fuerzas de Moscú creen una cabeza de puente para futuras operaciones ofensivas, y que los continuos contraataques ucranianos hacia el norte, oeste y suroeste complicarán cualquier nuevo avance de la tropas rusas más allá de la ciudad en el corto plazo.
    En tanto, un hecho permanece dramáticamente claro: mirando lo que ahora es una extensión humeante de escombros y muerte, es difícil reconocer a Bajmut como una ciudad que una vez fue el hogar de 70,000 personas, un importante centro industrial rodeado de minas de sal y yeso. La enésima víctima de la implacable ferocidad de la invasión.
   

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